Las normas durante la desescalada del coronavirus en España son especialmente rígidas para los gimnasios. Al aire libre todo es más fácil y el riesgo de contagio es menor. Así que en Valencia han encontrado una curiosa solución: han montado un gimnasio en la azotea.
Es uno de los primeros gimnasios que abren en España, pero tiene truco: "Hemos adaptado la estructura para mantener la distancia entre los atletas y hemos marcado líneas de seguridad para que no se acerquen demasiado. Suelen guardar la distancia, pero con las marcas están más seguros", explica Robert Dallakian, de Crossfit Grau. Y es que esas marcas ayudan a no mezclarse.
La higiene, clave
Además de sudar con las indicaciones de los monitores, el esfuerzo también se hace entre serie y serie: hay que acercarse al punto limpio, agarrar el gel hidroalcohólico y frotar. Operación que repiten todos cada vez que terminan o empiezan un ejercicio "para que haya menos riesgo de contagio", nos explica un usuario.
Los problemas son el calor y que hay que venir con ciertas cosas hechas de casa: "La única queja es que no pueden ir al aseo", apunta el dueño. Además, suele haber poco sitio: "Hay que estar muy pendiente para reservar, porque todos queremos venir", nos cuenta una abonada.