Alex Txikon ha subido al campo 2 del K-2, a 6.600 metros, en una jornada con mucho viento, en el que va a ser su intento de subir esta montaña en invierno, ha informado el alpinista vizcaíno.
Tras permanecer una semana en las laderas del Nanga Parbat, donde el equipo de Txikon encontró los cuerpos del italiano Daniele Nardi y el británico Tom Ballard, el montañero vizcaíno regresó el domingo al K-2. Pasados unos días en el campo base, el alpinista vasco ha emprendido el camino hacia la cumbre.
El pasado jueves subió al campo 1 y este viernes ha hecho el trayecto hasta el campo 2, superando la Chimenea House, un paso vertical de unos 25 metros entre el campo 1 y el 2.
Según ha narrado Txikon al llegar al campo 2, han salido cerca de las diez de la mañana "porque el tiempo estaba malillo", y en dos horas y media han llegado al campo 2, y "la intención era continuar pero es imposible, sopla demasiado el viento".
Uno de los sherpas que le acompañan, Geljen, ha pasado mala noche. "Estaba un poco justito y le he mandado que baje al base", ha señalado el alpinista vasco.
Los otros cuatro, Txikon y los sherpas Cheppal, Walung y Pasang, están "dentro de la tienda, tranquilos, calentitos y contentos", y de fuerzas están "muy bien", por lo que esperan que haga "un poquito de buen tiempo y a ver qué somos capaces de hacer".
"A ver si tenemos suerte" con la meteorología, ha insistido Txikon, porque, "como siga así, mejor bajarse porque está muy malo", ha reconocido.
Hasta donde están ahora en el campo 2 la ascensión está equipada con cuerdas fijas por el equipo de Txikon, pero de ahí hacia arriba, es decir, lo que tendrán que afrontar mañana, el estado de la ruta es una incógnita.
Txikon quiere apurar los últimos días para intentar ascender el K-2 antes de que el día 20 entre la primavera, pero tiene complicado intentar un asalto a la cumbre en este plazo.
Desde el campo 2 hasta la cima -a 8.611- hay mil novecientos metros de desnivel y varios pasos técnicamente complicados como la Pirámide Negra o el Cuello de Botella-, por lo que subir sin haber equipado con cuerdas fijas -o solo aprovechando cuerdas viejas de otras expediciones-, es un reto enorme.
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