Aleksandr Vyshneskiy y Vladimir Klimenok eran dos de los jugadores del ya extinto FC Stroitel Pripyat, el club de fútbol en el que militaban los trabajadores de la central nuclear de Chernóbil. Los dos fueron testigos de la catástrofe nuclear más grave de la historia y han hablado en exclusiva con Antena 3 Deportes.
"Estábamos concentrados para jugar al día siguiente, así que fuimos a la playa para coger arena y ayudamos a apagar el incendio del reactor", explica Aleksandr Vyshneskiy.
"Era fin de semana la gente paseaba por la ciudad, con los niños. Sabía que pasaba algo por el humo, pero no pensaba que era algo tan grave. Al día siguiente llegaron más de mil autobuses y evacuaron la ciudad", recuerda Vladimir Klimenok.
Y es que los dos admiten que en el momento del accidente no pensaron que la cosa sería tan grave como lo luego se confirmó.
"Cuando llegué a Chernóbil vi a los militares, a los químicos... No sabíamos lo que pasaba, pero ya nos temíamos que era algo muy grave", indica Aleksandr Vyshneskiy.
"Me casé ese año y la URSS nos regaló una casa nueva. Pero nunca pudimos vivir en ella, sólo diez años después pude visitarla. Teníamos miedo sobre todo por la salud de los niños", asegura Vladimir Klimenok.
El club de fútbol era el principal entretenimiento de Prípiat, una ciudad en crecimiento y de las más prósperas de la URSS. El club se estaba profesionalizando y a punto de inaugurar un estadio con capacidad para 11.000 espectadores: el Estado Avanhard.
"Es una historia muy triste porque todos queríamos jugar en ese estadio. Pero nadie llegó a jugar nunca en el Avanhard", lamenta Aleksandr Vyshneskiy.
Antena 3 Deportes habla en exclusiva con exjugadores del club formado por trabajadores de Chernóbil: "Ayudamos a apagar el incendio del reactor"
Todo sigue envuelto en una zona de exclusión. El estadio de Prípiat nunca llegó a ser inaugurado debido al accidente nuclear de Chernóbil. Ahora, la cancha, la tribuna y los vestuarios han sido engullidos por la naturaleza: "El campo de juego es bosque", dice una periodista mexicana que ha estado ahí.
El estadio está situado en la ciudad ucraniana de Prípiat, situada a tres kilómetros de la central nuclear de Chernóbil. Nadie llegó a jugar en ese campo. Una periodista mexicana ha estado ahí y lo ha contado todo.
Marion Reimers experimentó en sus propias carnes la devastación del estadio de Prípiat. La cancha tenía alrededor una pista de atletismo que ha sido bañada en asfalto para evitar la radiación. "El campo de juego ya no se ve, es un bosque. Donde iba la tribuna, los vestidores, los servicios, está recobrado por la naturaleza", afirma Reimers.
La inauguración del estadio estaba prevista cinco después del accidente de Chernóbil.
El estadio que nunca llegó a ver la luz por la catástrofe de Chernóbil: así es el campo fantasma de Prípiat
Gente de todos los países trabajó para restañar las heridas del accidente nuclear. De Valladolid a Chernóbil en cuatro meses de viaje: en 2016, cuatro españoles fueron con una grúa para construir el sarcófago de la central nuclear. Dos de ellos reconocen que "impresiona" llegar a Pripiat, una "ciudad fantasma" que "impacta". Si alcanzaban un límite de radiactividad, tenían que abandonar.
Hace tres años, cuatro españoles pusieron rumbo a Chernóbil. Desde la central reclamaban el largo brazo de una de sus grúas y algo más: "Gente que se atreviera a trabajar en esa zona".
Por eso, Alberto fue el primero en viajar y el primero en quedar impresionado. "Impresiona atravesar Pripiat, te entra un escalofrío en la columna...", reconoce.
El mayor recuerdo de Florencio es otro: "Cuando estás subiendo las escaleras... es escalofriante".
También les impactó la seguridad. Tenían que pasar por un hospital cada 15 días, hacer análisis de heces y llevaban dos dosímetros.
La nueva estructura se hizo a 300 metros de la anterior y ya está justo encima, tapando muchísima radiación. Por eso, la grúa tardó cuatro meses en volver de Chernóbil a Valladolid.
Los cuatro españoles que trabajaron en la construcción del sarcófago de Chernóbil: "El primer día allí es escalofrante"
El éxito de la serie 'Chernóbil' ha disparado el turismo en la zona. Muchos no dudan en subir fotos a sus redes sociales en los lugares de la mayor catástrofe nuclear de la historia.
Se han incrementado un 40 por ciento las visitas a la zona donde se vivió la peor catástrofe nuclear de la historia hace 33 años. Es la consecuencia de la emisión de una miniserie basada en los instantes posteriores a la explosión del reactor.
Los turistas que visitan Chernobyl se han incrementado un 40 por ciento. Cada vez reciba más visitas a la zona donde se vivió la peor catástrofe nuclear de la historia hace 33 años.
Es la consecuencia de la emisión de una miniserie basada en los instantes posteriores a la explosión del reactor. La excursión cuesta unos 80 euros por persona e incluso se ha abierto una tienda de recuerdos.
El turismo se dispara en Chernóbil desde el estreno de una serie sobre la catástrofe
Fueron muchas las enfermedades y consecuencias trágicas que trajo el accidente nuclear de Chernóbil. Murieron 4.000 personas y otras miles después de un tiempo, varios jugadores de fútbol también sufrieron algunas consecuencias.
Cada átomo fue como una bala. Las primeras víctimas de la tragedia fueron las que entraron el reactor nuclear. Después más de 4.000 personas murieron a causa del cáncer y otros miles padecieron a largo plazo.
"Hay una mayor incidencia de cáncer en poblaciones irradiadas, como pueden ser Hiroshima, Nagasaki, Chernóbil...", afirma el radiofísico Francisco Rafael Lozano. Se contaminaron hasta 105.000 kilómetros y muchos ciudadanos tuvieron que abandonar su hogar.
Uno de ellos fue Andry Shevchenko, que abandonó su casa junto a su familia para irse a Kiev. El jugador tuvo que pasar por varios controles de radioactividad para certificar que no estaba contaminado.
El también jugador de fútbol Stilyan Petrov fue diagnosticado con leucemia, según los médicos debido a la radioactividad, finalmente lo superó.
El cáncer de tiroides infantil aumentó un 100% y también las enfermedades digestivas, endocrinas y cardiovasculares.
Las trágicas consecuencias de Chernóbil: aumentaron los casos de cáncer, las enfermedades digestivas y los casos de malformación
