El esquí de velocidad es el deporte sin motor más rápido del mundo. Jan Farrell es uno de los mejores y es español: alcanza los 231 km/h por hora y se juega la vida a tumba abierta.
"Hay más astronautas en el mundo que esquiadores que hayan hecho más de 200 km/h. He hecho en mi vida 25 o 27 bajadas a más de esa velocidad". Su récord es de 231,66 km/h y su objetivo es el récord del mundo: 254,958 km/h
"Este hispano-inglés es uno de los puntales del esquí de velocidad mundial. Para ser una 'bala humana' hay que ser pesado, aerodinámico y atrevido. Una máquina de precisión con este motor: "15 kilos los esquís, seis kilos las botas, dos kilos el casco, un kilo los bastones, dos kilos los alerones, 92 kilos míos...".
Sobre el miedo a caer: "Tuve que hacer preparación psicológica después de mi caída a 216 km/h. La conclusión final es que el miedo no se quita", reflexiona.
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