El presidente ruso, Vladímir Putin, despidió el año jugando al hockey en la Plaza Roja, donde el Ayuntamiento de la capital ha instalado una pista de patinaje sobre el histórico adoquinado. "Pronto llegan las fiestas. Disfrutamos con los veteranos, con nuestras leyendas del hockey. Una vez más tenemos la posibilidad de recordar lo que hicieron por el hockey y el deporte ruso en general", dijo Putin a la prensa local.
Putin, que aprendió a jugar al hockey hace sólo unos años, saltó al hielo para disputar el tradicional partido junto a otros altos funcionarios, como el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú. También jugaron leyendas del hockey sobre hielo soviético y ruso como Viacheslav Fetísov, Alexéi Kasatónov y Pável Buré.
Putin se pone los patines varias veces al año para disputar partidos benéficos con las viejas glorias del deporte nacional por excelencia, como ocurrió en mayo pasado en Sochi, en el mar Negro, a un mes del inicio del Mundial de fútbol.
Gran aficionado al judo y a los deportes de invierno, el presidente suele jugar en el bando de las "Leyendas del hockey", con los que marcó cinco goles en mayo y siete el pasado año, lo que despertó la suspicacias de algunos medios sobre que los jugadores rivales no se atrevían a jugar duro contra el presidente.
Putin, conocido aficionado al esquí alpino, participó por primera vez en este partido benéfico en 2011, pocos meses después de que aprendiera a patinar.