Es la carrera más cruel y sádica del mundo. Se trata de la Barkley Marathon, una prueba extrema que tiene lugar cada año: sin ninguna ayuda, deben recorrer 160 kilómetros en un límite de 60 horas. Sólo pueden participar 40 participantes y apenas 18 personas la han terminado en 34 años, y para participar hay que contactar con Gary Cantrell, que no dispone de teléfono ni correo electrónico.
La carrera más friki del mundo arranca cuando 'Laz Lake', creador de la carrera, enciende un cigarro. Es también la carrera más dura que hay. La 'Barkley Marathon' evoca la evasión del asesino de Martin Luther King.
La durísima prueba de 100 millas a través del Parque Estatal de Frozen Head, en el noreste de Tennessee, fue cancelada en 2020 debido al coronavirus, y la carrera de este año es un poco diferente a las anteriores, con pasaportes por el Covid-19, mascarillas y distanciamiento en la salida.
Los participantes deben completar, sin GPS ni orientación tecnológica, 160 kilómetros en menos de 60 horas. Deben salvar un desnivel acumulado de casi 20.000 metros, como subir dos veces el Everest. Un desnivel que da a esta carrera el apodo de 'sádica'.
Buscan libros en el bosque
Hay libros escondidos por el bosque que marcan el control de la carrera: tienen que arrancar la página con su número de dorsal. En el control de paso, el granjero de Tennessee da el visto bueno a las hojas, les cambia el número de dorsal y les permite alimentarse.
A quien abandona le tocan el himno de los caídos. Karel Sabbe, dentista belga, ha sido el último en abandonar en 2019. Sólo 18 personas han completado las cinco etapas de la carrera en 60 horas. Jared Campbell acabó en 2012, 2014 y 2016.