Aventura

Vuelve el hombre pájaro, Javier Centeno, a 200 km por hora una estrecha garganta en los Dolomitas

Javi Centeno, el hombre pájaro, se lanza en un desfiladero de los Dolomitas en Italia y cruza 1.200 metros en 40 segundos. Alcanza una velocidad de 200 kilómetros por hora.

El saltador base español, Javi Centeno se ha enfundado de nuevo su traje de hombre pájaro y ha conseguido otro reto. En esta ocasión se lanzó desde la montaña Sassongher, en los Dolomitas, y atravesó un estrecho de 1.200 metros en 40 segundos. Javier comenta a Antena 3 deportes: "Alcancé una velocidad de 200 kilómetros por hora. Cuando salté la anchura era de unos 20 metros de pared a pared, pero en la parte más baja sólo eran unos 5 metros".

Javier llevaba tiempo queriendo hacer este reto. El salto se llama 'Death start', es decir, el comienzo de la muerte, El hombre pájaro atraviesa estas paredes y el cálculo que ha hecho no debe fallar. No se puede desviar ni un centímetro, Javi lo ha estudiado con precisión: "Es la primera vez que lo hago aquí, es un salto más técnico que otros porque dura más el vuelo".

"Lo más complicado es mantener la calma una vez estás dentro"

No da tiempo a pensar en nada, a lo que él añade: "Ni a pensar, ni a ver. Yendo a 200 kilómetros por hora tienes que tener mucha precisión, tienes que ir en línea recta y sobre todo tienes que estar tranquilo mentalmente. Te centras en el punto de referencia donde quieres llegar y allá vas".

Todos los saltos que hace son imposibles, muy trabajados, no quiere correr riesgos: "La humedad, la altura, el tiempo, el sol, todo influye. A más altura menos densidad y el traje flota menos".

Él es instructor de paracaidismo y nos ha comentado que este último salto ha sido más técnico que los anteriores. Todos parecen imposibles. En mayo cruzó la Roca Foradada en el Parque Natural de Montserrat, Barcelona, un agujero de 10 metros de alto por 7 de ancho.

Más estrecho aún es el Arco de Piedrafita, en Huesca, un vuelo de 35 segundos a 200 km por hora. Fue hace un año cuando lo atravesó.

Javi nos comenta que lo mejor es el final: "Cuando llegas y te das cuenta de lo que has hecho la felicidad es máxima, sientes un gran bienestar". Pues pensando en esa felicidad Javi ya se plantea nuevos retos.