Mundiales Atletismo 2022
Yulimar Rojas logra su tercer oro mundial en el triple salto y acrecienta su leyenda
La venezolana, actual campeona olímpica de triple salto, incrementa su leyenda con su tercer oro mundial. Los 15,47 metros de Yulimar Rojas fueron inalcanzables para sus rivales.
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Yulimar Rojas volvió a volar camino de la leyenda y sumó su tercer oro mundial en triple salto, una medalla que le confirma como la gran dominadora de esta prueba y como una atleta de leyenda.
La actual campeona olímpica y plusmarquista mundial del triple salto volvió a ser inalcanzable para sus rivales y con un salto de 15,47 metros, quinta mejor de la historia, sumó su tercer oro en unos Mundiales de Atletismo.
Le acompañaron en el podio la jamaicana Shanieka Ricketts (14,89) y la estadounidense Tori Franklin (14,72).
Yulimar y su reto de ser la más grande de la historia
La voracidad de Yulimar Rojas no conoce límites. A sus 26 años, sus logros antes de llegar a Eugene (tres veces campeona mundial en pista cubierta, dos al aire libre, oro y plata en Juegos Olímpicos, récord mundial con 15,74, mejor atleta mundial en 2020) ya le alcanzaban para adquirir ribetes de leyenda.
Pero no se cansa de ganar, y eso es lo que ha venido haciendo invariablemente en todos los campeonatos desde que fue subcampeona olímpica en Río 2016 por detrás de la colombiana Catherine Ibargüen.
Con un físico privilegiado para el triple salto (1,92 de estatura, 72 kilos), pero también con una cabeza excepcional para gestionar la presión competitiva, moldeada bajo la dirección del cubano Iván Pedroso en su campamento español de Guadalajara, Yulimar se quedó sin rivales hace años. Ya solo compite contra la historia.
Rojas arrancó la final a medio gas, con una marca de 14,60 que le ponía momentáneamente detrás de la jamaicana Shanieka Ricketts (14,89), subcampeona mundial en Doha 2019 y la última atleta que batió a Rojas (en la final de la Diamond League 2019).
La venezolana ya compitió en este estadio hace ocho años, cuando tenía 14, en los Mundiales júnior. Aquella vez sí que dobló: fue undécima en longitud con 5,21 y decimoséptima en triple con 12.99.
La sorpresa de la primera ronda fue efímera. En la segunda Yulimar voló hasta los 15,47, quinta marca de todos los tiempos, favorecida por un viento de 1,9, y liquidó la lucha por el oro.
Esa distancia ya era inalcanzable para todas sus rivales. Los cuatro saltos restantes fueron ya un mero duelo contra sus propios límites. Esta vez no pudo superarlos. Ricketts se colgó la plata con su marca de la primera ronda y Tori Franklin se ganó el bronce en el penúltimo salto.
Ahora el gran reto de la atleta venezolana es convertirse en la primera mujer que rompe la barrera de los 16 metros, una de esos hitos que jalonan la historia del atletismo, y cada vez está más cerca.
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