Las acciones de Abengoa rebotaron casi un 16%, en su primer día fuera del Ibex 35, recuperando así parte de las pérdidas de más del 70% acumuladas en los dos últimos días, tras declararse en preconcurso de acreedores tras la decisión de Gestamp de no invertir en la empresa.
En concreto, los títulos Abengoa B, que cotizan desde este viernes en el Mercado Continuo, cerraron la sesión a un precio de 0,292 euros, tras repuntar un 15,87%.
El volumen negociado de títulos de la compañía en la jornada superó los 55 millones, por un efectivo de más de 16,5 millones de euros. De esta manera, las acciones B del grupo de ingeniería y proyectos de energías renovables cierran la semana con una caída acumulada del 68%.
Por su parte, las acciones A de la compañía, que tienen más derechos de voto y cotizan también en el mercado continuo, remontaron un 14,8% esta sesión, hasta los 0,44 euros.
De esta manera, al cierre de este viernes, el valor en Bolsa de las acciones A y B de Abengoa asciende a unos 287 millones de euros, cifra inferior a la inversión de 350 millones de euros que pretendía inyectar Gestamp para tomar el 28% del capital del grupo.
La compañía anunció este viernes que Santiago Seage presentaba su renuncia como vicepresidente y consejero delegado de Abengoa, pasando a desempeñar todas las funciones ejecutivas el presidente de la compañía, José Domínguez.
La renuncia de Seage como consejero de Abengoa tiene por objeto que desempeñe "en exclusiva" el cargo de 'managing director' de Abengoa Yield.
Remodelación de la cúpula de Abengoa
La empresa de ingeniería y energía Abengoa ha remodelado su cúpula directiva en un entorno convulso en el que el mundo político se ha volcado en reclamar una solución para la compañía.
El Gobierno, la oposición y la Junta de Andalucía insisten en la necesidad de lograr que el grupo sevillano salve el concurso, para lo que ponen el foco en la banca acreedora, mientras que pierde fuelle la vía de intervenir la empresa apuntada ayer por Izquierda Unida y UGT. El torbellino en el que vive Abengoa desde hace un año, y muy especialmente en los últimos tres días, ha dinamitado este viernes su estructura directiva, que se remodela por tercera vez en los últimos seis meses.
El poder ejecutivo se concentrará a partir de ahora en el presidente, José Domínguez Abascal, que asume todas las facultades permitidas por la ley solo dos meses después de ser nombrado presidente no ejecutivo, en sustitución del histórico Felipe Benjumea.
También tendrá carácter ejecutivo el nuevo consejero y director general del grupo, el hasta ahora presidente de Abengoa México Joaquín Fernández de Piérola, que, no obstante, no será consejero delegado.
De hecho, el puesto de consejero delegado se suprime tras la renuncia de quien lo ha ocupado desde mayo, Santiago Seage, que se dedicará "en exclusiva" a la gestión de la filial cotizada en Estados Unidos, Abengoa Yield.
El camino de Seage es de ida y vuelta, ya que retorna al puesto de director general de la filial, que abandonó en mayo para incorporarse como consejero delegado del grupo tras la dimisión de Manuel Sánchez Ortega.
Este nuevo equipo tendrá que afrontar durante los próximos cuatro meses -el espacio temporal que concede el preconcurso de acreedores- la renegociación con los bancos de un endeudamiento "muy, muy, muy, muy elevado", en palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos.