Las nuevas normas a nivel de toda la Unión Europea (UE) contra las restricciones geográficas injustificadas para comprar por internet entrarán en vigor el próximo lunes, señaló la Comisión Europea (CE). Los europeos ya no tendrán que preocuparse por si una página web los bloquea o redirige por el hecho de que su tarjeta de crédito proceda de un país diferente, señaló el Ejecutivo comunitario, que hizo hincapié en que, mientras estén en la UE, podrán tener acceso a bienes y servicios en línea.
La Comisión recordó que, en 2015, el 63 % de las páginas web no dejaba a los usuarios procedentes de otro Estado miembro efectuar sus compras. Como resultado, cerca de dos tercios de los consumidores que querían comprar en línea no lo conseguían. Para la CE, el fin de esta práctica permitirá que los consumidores cuenten con más posibilidad de elección en productos y precios más competitivos, mientras que las empresas tendrán la oportunidad de expandirse a otros países y disfrutar de costes de transacción y administrativos más bajos, indicó.
Esta medida forma parte de los diversos esfuerzos que está haciendo la CE por impulsar el comercio electrónico en el mercado interior, que incluye además medidas para proteger mejor a los consumidores en internet, garantizar un envío transfronterizo de paquetes más eficaz y simplificar las normas del IVA para que sea más fácil comprar y vender productos en línea. Los Estados miembros deberán a continuación asimilar la nueva normativa y poner en marcha las estructuras necesarias para garantizar su aplicación, pidió la CE.
La Comisión llevará a cabo una primera revisión de la nueva normativa en marzo de 2020, una evaluación en la que dijo que abordará la posible extensión del principio de no discriminación a servicios no audiovisuales suministrados electrónicamente con contenido protegido (como libros electrónicos, música, juegos o software). Además, también adelantó que analizará si en otros sectores, como los servicios audiovisuales o de transporte, se debe eliminar cualquier restricción injustificada que quede en función de la nacionalidad o el lugar de residencia o de establecimiento.
La organización europea de consumidores, BEUC, celebró la nueva legislación pero alertó de que aún persisten otras prácticas de geobloqueo, como las que afectan al sector audiovisual e impiden ver ciertos programas en internet a usuarios de otro país.