Hace ocho días desde apareciese el veto ruso con el que Putin prohíbe durante un año importar productos agrícolas, materias primas y alimentos de países como Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia y Noruega. Además, en las próximas horas Rusia anunciará la modificación de la lista de alimentos vetados a los países occidentales que sancionaron a Moscú tras el conflicto ucraniano.
La medida afecta a España, y es por ello que a la espera de que Bruselas concrete nuevas medidas la semana próxima, muchos agricultores empiezan a plantearse hasta dejar de recojer sus cosechas por el desplome de los precios en origen.
Por su parte, la ministra de Agricultura volverá a reunirse el próximo lunes con los sectores afectados. La idea es hacer un seguimiento semanal, junto con las autoridadres europeas, de los mercados más castigados.
De todos los productos que exportamos a Rusia, aproximadamente unos once están vetados, como pueden ser el cordero, el cerdo, aves, ahumados, también las nueces ó incluso los quesos, y de ellos, hay cinco que son especialmente los más perjudicados: las frutas, las hortalizas, el pescado, la carne de vacuno y por último, la leche y los lácteos.
Mientras tanto, en Rusia suben los precios de los productos vetados y se buscan fórmulas para saltarse la prohibición. Por ejemplo, nuestro jamón está en la lista negra como carne seca, pero si se importa bajo otra partida no. Es decir, que como producto elaborado, empaquetado con jamonera y cuchillo podría llegar a las supermercados de Moscú.