El aeropuerto de Palma de Mallorca es sólo un ejemplo de la llegada de viajeros tras la reanudación de los vuelos paralizados por la pandemia del coronavirus.
La reapertura de fronteras a partir del 3 de julio mantiene en alerta a los responsables de la seguridad para evitar los contagios por covid-19. Hay que compaginar las distancias de seguridad con los distintos controles a cada uno de los pasajeros.
Fórmulas para agilizar los procesos
Los trabajadores de los aeropuerto intentan agilizar el proceso repartiendo "antes" los formularios que tienen que rellenar los pasajeros.
Aún así las largas colas son inevitables. Hasta ahora son sólo vuelos domésticos pero irán aumentando los internacionales con los otros países a los que la Unión Europea ha abierto sus fronteras.
Medidas de control
El objetivo es evitar las aglomeraciones. En aeropuertos como Barajas hoy hay 200 vuelos, la mayoría domésticos, pero con la apertura de fronteras aumentarán los internacionales.
Los controles no se reducen a los formularios, también hay toma de temperaturas y control visual.
En el caso de Barajas la Comunidad de Madrid ha reclamado al Gobierno Central un plan específico para evitar que se convierta en un punto de entrada de casos importados.
La presidenta Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida han reclamado que ese Plan Barajas fije unas medidas adicionales a las existentes para fortalecer el control en las terminales del aeropuerto.
La oposición pide a Ayuso que "tome las riendas"
La oposición pide a Ayuso que "tome las riendas" en Barajas. Más Madrid, Vox y Unidas Podemos han pedido que se garantice la vigilancia de turistas y su asistencia sanitaria.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha enviado un mensaje de tranquilidad en una carta a Ayuso. Sánchez afirma que "las medidas ya han sido y están siendo aplicadas".
