Los líderes de la UE han respaldado este lunes el tratado que regulará el funcionamiento del fondo de rescate permanente de la eurozona a partir del 1 de julio, que solo beneficiará a los países que ratifiquen el pacto fiscal.
Así lo ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en Twitter. "Este tratado y el Tratado sobre la estabilidad, coordinación y gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (SCG, en sus siglas en inglés) son complementarios a la hora de impulsar la responsabilidad fiscal y la solidaridad" en el bloque, indicó.
Agregó que "se reconoce y se acuerda que la concesión de asistencia financiera en el marco de nuevos programas bajo el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se condicionará, a partir del 1 de marzo de 2013, a la ratificación del SCG".
El texto establece la máxima capacidad de préstamo del MEDE en 500.000 millones de euros, incluida la capacidad de intervención que queda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) (unos 250.000 millones), aunque aclara que el techo se revaluará antes de la entrada en vigor del fondo de rescate permanente el 1 de julio y, si corresponde, será aumentado por el Consejo de Gobernadores. En concreto, el techo será revisado en la cumbre de marzo, según lo acordado por los jefes de Estado y de Gobierno en diciembre.
El tratado prevé que, durante el periodo en el que ambos fondos coincidan, la capacidad de préstamo del MEDE y del FEEF no debe superar los 500.000 millones, lo que ha suscitado ya críticas, dado que hay países e instituciones como Italia, España, Austria y Luxemburgo, el FMI o el Banco Central Europeo (BCE) que consideran que la eurozona debe aumentar la dotación de los cortafuegos.
Alemania sigue alegando que no es el momento de abordar esta cuestión, pero algunos observadores afirman que, después de haberse firmado el pacto fiscal, Berlín podría aceptar combinar los fondos del MEDE y del FEEF como proponen algunos países, de manera que la eurozona disponga de un "alcance de tiro" de 750.000 millones para rescatar a países con problemas.
El MEDE tendrá, tal y como estaba ya establecido, un capital suscrito de 700.000 millones, de los que 80.000 millones serán aportaciones directas de capital por parte de los Estados de la zona euro y los 620.000 millones restantes se darán como capital movilizable y garantías. El Consejo de Gobernadores podrá revisar regularmente y al menos cada cinco años el volumen máximo de préstamo.
Las aportaciones directas deben ser realizadas en cinco pagos anuales equivalentes al 20 % del monto total que corresponde a cada país. La primera transferencia ha de ser efectuada en los primeros 15 días desde la entrada en vigor del tratado.