La evolución demográfica llevará a que Alemania tenga en 2030 un déficit de ocho millones de trabajadores para cubrir sus necesidades de mano de obra, a menos que se incremente de forma radical la inmigración y se logre más participación de las mujeres en el mercado laboral.
Ese es el resultado de un estudio de The Boston Consulting Group (BSG) presentado durante un simposio organizado en Berlín por la Fundación Bertelsmann. "El resultado no me sorprende, yo partía incluso de un déficit de 10 millones de trabajadores, pero el estudio asume que habrá una inmigración de 200.000 personas al año", dijo el presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo.
Ante ese panorama, la ministra de Trabajo, Andrea Nahles, valoró que la actitud general de la sociedad alemana ante la inmigración haya mejorado, pese a algunos brotes xenófobos y a la existencia de movimientos como los autodenominados Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida). "Entre los años setenta y noventa los debates eran mucho más crispados", dijo Nahles durante el simposio.
Actualmente, contrariamente a lo que ocurría hace veinte años, hay un consenso acerca de que Alemania es un país de inmigración y que la inmigración es algo positivo. En ese contexto, la ministra de Trabajo abogó por aprovechar el potencial de los inmigrantes, al margen de que éstos lleguen a Alemania como refugiados o como ciudadanos en búsqueda de trabajo. Las dos claves para la integración, según Nahles, son el acceso al mercado laboral y el aprendizaje del alemán.
Durante su intervención, se refirió también al programa MobiPro, de formación profesional y dirigido a jóvenes europeos que quieran trabajar en Alemania, y dijo que el éxito que había tenido en España y Portugal había sido sorpresivo para ella. El programa, según Nahles, marcha bien, pero subrayó que se trata de personas jóvenes que muchas veces necesitan apoyo en el día a día para no sentirse solos.
"Los jóvenes tienen a veces nostalgia y otros se quejan del clima, lo que es normal en Alemania para alguien que viene de Andalucía. Convendría que en las empresas esa gente tuviera un acompañamiento permanente para que se sintieran mejor", dijo Nahles. En general, a su juicio, la clave debe ser mejorar la cultura de la bienvenida y disipar posibles temores de la población con campañas de información que muestren que sin inmigrantes Alemania no podrá mantener a mediano plazo sus niveles de bienestar.