El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, aseguró que la devolución de las ayudas fiscales concedidas por España al sector naval no amenaza la supervivencia de los astilleros, ya que ésta depende de su potencial innovador y capacidad de atraer a clientes e inversores.
"Nuestra decisión de hoy se refiere exclusivamente a las ventajas fiscales ilegales concedidas en el pasado a algunos inversores. No se trata de una decisión sobre los astilleros españoles. Lo repito una y otra vez", recalcó Almunia en conferencia de prensa.
Subrayó también que "el futuro de los astilleros, de la industria auxiliar, de los trabajadores del sector naval dependerá fundamentalmente de su potencial innovador y de su capacidad para atraer clientes e inversores".
La CE informó de que exigirá la devolución de las bonificaciones fiscale (el llamado tax lease) otorgadas entre abril de 2007 y 2011, pero solo afectará a los grupos de interés económico y los inversores y no a los astilleros, reiteró Almunia.
La decisión es más favorable que la planteada inicialmente por Almunia que exigía la devolución de las ayudas recibidas entre 2005 y 2011, pero menos beneficiosa para España de lo que hubiera deseado el Gobierno y el sector, que considera que la decisión puede llevar a la ruina a unas empresas que emplean a 87.000 personas.
Asimismo, dijo que no tiene datos sobre los cálculos que estos beneficiarios de las ayudas tendrán que devolver a la Hacienda española, y que en los últimos meses se situó entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Almunia precisó que a medida que se fue cambiando la propuesta inicial, "la cifra seguía siendo la misma". "Creo que no tiene mucho que ver con la cifra total del montante de la devolución, pero corresponde a las autoridades españolas" elaborar la lista de beneficiarios y las cantidades a reembolsar, afirmó a ese respecto.