La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha calificado de buena noticia que Brasil haya retrasado un año la adjudicación de la fase inicial de su ambicioso plan de alta velocidad, que conectará las ciudades de Río de Janeiro, Sao Paulo y Campinhas, previsto para 2020.
"Es una buena noticia para las empresas españolas porque les permite ganar tiempo para presentar sus ofertas", ha asegurado al visitar la puesta en servicio del enlace de Fornells de la Selva entre la A-2 y la AP-7.
Brasil lo ha decidido a petición de inversores españoles y alemanes, y esta ampliación del plazo de adjudicación de la primera fase del proyecto --en que se seleccionaría al proveedor tecnológico, la operativa de servicios y los sistemas de mantenimiento-- ofrecerá mayor seguridad y dará a más compañías extranjeras la oportunidad de participar.
El Ministerio de Transportes brasileño ha señalado que la segunda fase de la subasta --en que sedeterminarán las empresas responsables del proyecto de infraestructura-- se celebrará como estaba previsto en 2015 con la previsión de comienzo de las operaciones en 2020.
La ministra ha indicado las autoridades brasileñas y ya le avanzaron la opción de ampliar el plazo de adjudicación: "Estamos muy agradecidos. Espero que podamos estar ahí porque es un gran proyecto".
Macrocontrato de 13.000 millones
El AVE a Brasil constituye un 'macrocontrato' estimado en unos 13.000 millones de euros que contempla la construcción y explotación de una línea AVE de 511 kilómetros de longitud que unirá Río de Janeiro, Sao Paulo y Campinhas.
Los grupos interesados en pujar por esta primera licitación del proyecto, presupuestada en 2.450 millones de euros, tenían de plazo hasta el viernes 16 de agosto, después de que se retrasara la fecha del 13 de agosto inicialmente prevista.