Los Botín entraron en el Santander como cofundadores pero fue en 1920 cuando Emilio Botín López - el bisabuelo de la actual presidenta- se pone al frente de la entidad creando una red de sucursales. Más tarde el abuelo de Ana, también Emilio, le releva en la presidencia en 1950. Comienza aquí ya la expansión internacional.
De sus hijos será Emilio Botín Sanz, quien en 1986, toma las riendas del Banco dándole el gran impulso. Ahora tras su fallecimiento es Ana Patricia Botín, la primogénita, la elegida para presidir el grupo que nació como una pequeña entidad cántabra en 1857.
Actualmente, la llama roja está en todo el mundo. Sus cifras les avalan: 1,3 billones de euros de Activos, más de 100 millones de clientes y 186 mil empleados forman parte del Banco Santander que en varias ocasiones ha sido calificado como el mejor banco del mundo.
Al igual que su padre, lleva el mundo de las finanzas en su ADN. Ana Patricia Botín, la mayor de seis hermanos,ha tomado el testigo del Santander. Desde muy joven se preparó para ser banquera, habla cinco idiomas. Es licenciada en Economía y tiene un master en Harvard. Hace doce años comienza su andadura en Banesto.
La muerte de su padre le sorprendió en Londres. Allí dirigía la filial británica del Santander. El primer ministro Cameron dijo de ella que era una superstar de las finanzas y una encuesta de la BBC la elgió como la tercera mujer más poderosa del país. De vuelta a España, la nueva presidenta tiene por delante muchos retos.
Nadie duda de que la hija seguirá la misma estrategia que el padre: seguir expandiendo el banco por todo el mundo. El lunes en este lugar, ocupado por Botín durante 28 años, estará su hija. Será su primera junta como presidenta del banco más grande de la zona euro.