La medida más llamativa es que la medicación para los pensionistas deja de ser gratuita: abonarán el 10 por ciento del coste del fármaco, con un límite de 8 euros al mes.
El gobierno también ha establecido que, lo mismo que se paga por los medicamentos, se tendrá que pagar por ejemplo para productos ortoprotésicos como muletas, sillas de ruedas o collarines .
No pagarán nada los jubilados con pensiones no contributivas, y tampoco los parados sin prestación. Pero los pensionistas con rentas superiores a cien mil euros anuales costearán el 60 por ciento, con un tope de 60 euros al mes, igual que los trabajadores en activo con altos ingresos.