El Fondo Monetario Internacional ha frustrado el acuerdo entre el Gobierno griego y la 'troika', conformada además por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, sobre el nuevo paquete de recortes de unos 11.500 millones de euros, según han sostenido fuentes del Ejecutivo heleno.
Tras varios días de intensas negociaciones entre miembros del Gobierno griego y la 'troika', el FMI y su inspector, Poul Thomsen, permanecen enrocados en sus demandas a Atenas de mayores y más profundos ajustes en las pensiones y en el gasto público.
Fuentes del gabinete de Antonis Samaras han precisado al diario griego 'Katimerini' que Thomsen habría puesto objeciones a las propuestas presentadas por el Gobierno heleno a lo largo de la semana de contactos.
Atenas aspira a acordar el paquete de recortes para antes del 8 de octubre
El ministro de Finanzas griego, Yanis Stournaras, ha recriminado a Thomsen que ignore un posible hundimiento del Gobierno de coalición heleno si impone recortes más severos de los previstos, han explicado dichas fuentes.
La intención del FMI, según han apuntado, sería resaltar en su informe la necesidad de una segunda reestructuración de la deuda griega, a sabiendas de que, apruebe o no los ajustes que demanda el Fondo, el Gobierno heleno no podría llevarlas a cabo por el exiguo crédito político que mantiene.
No obstante, Atenas es optimista y aspira a acordar el paquete de recortes para antes del 8 de octubre, día en el que se reúne el Eurogrupo. Para entonces, ya se debería haber aprobado en el Parlamento heleno y Samaras llegaría con un apoyo fortalecido para negociar más tiempo con el FMI, el BCE y la Comisión Europea a la cumbre del 18 de octubre.
Por definir queda una horquilla de dos millones de euros en subida de impuestos en los próximos dos años, que la 'troika' considera claves para la concesión del siguiente tramo del segundo rescate, además del reparto de las medidas de austeridad aprobadas este año y ha aplicar hasta 2014.
La 'troika' propone concentrar el groso de los recortes en 2013 para dejar un ajuste menor de 1.500 millones para 2014, aunque todo queda supeditado a la ampliación del periodo de ajuste que anhela Grecia y que desestima Berlín y los más escépticos.