Los bancos del Viejo Continente acumulan más de un billón de euros en préstamos problemáticos (NPL), un volumen equivalente al 5,43% de los activos totales de las 131 entidades de 24 países europeos, incluyendo 14 españolas, sometidas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) a un ejercicio de transparencia que señala como los grandes problemas para el sector la elevada morosidad y la baja rentabilidad.
En su análisis, elaborado con datos a 30 de junio de 131 entidades europeas, la EBA cifra en 1,06 billones de euros el importe de los créditos problemáticos de la banca, el 5,43% del volumen de activos, un porcentaje ligeramente inferior al 5,72% registrado en el anterior ejercicio, realizado con datos a cierre de 2015, y se aleja del 6,5% observado a finales de 2014.
No obstante, la EBA advierte de que "más de un tercio de las jurisdicciones de la UE cuentan con ratios de morosidad por encima del 10%" y, a pesar de apreciar signos potenciales de mejoría, la calidad de los activos es todavía débil en comparación con las cifras históricas y de otras regiones.
En este sentido, las 14 entidades españolas que han participado en el ejercicio desarrollado por la EBA alcanzan una ratio media del 5,96%, equivalente a unos 141.500 millones de euros en créditos en riesgo de mora, situándose en la parte media de los 24 países analizados.
Las entidades de Chipre y Grecia registran los mayores volúmenes de préstamos problemáticos, con ratios del 47,43% y del 46,87%, respectivamente, mientras los mejores resultados corresponden a los bancos de Suecia, con un 1%, y Finlandia, con una ratio del 1,23%.
"Todavía existen diferencias materiales entre países en la calidad de los activos", apunta la EBA, que señala la expectativa del mercado y analistas de experimentar mejoras graduales en la calidad de los activos, aunque estas dependerán en gran medida del éxito a la hora de abordar los impedimentos a la resolución de los créditos problemáticos.
De este modo, el supervisor bancario europeo señala el saneamiento de los balances de la banca como "uno de los mayores retos" para el sector y considera que requerirá una respuesta coordinada a nivel de la UE, puesto que la baja calidad de los activos supone una de las razones por la que los inversores se muestran remisos de cara a invertir en bancos del Viejo Continente.
"Niveles elevados de morosidad son motivo de preocupación para los bancos de manera individual, para los países y para el conjunto del sector. Los niveles elevados de morosidad están correlacionados directamente con una baja rentabilidad y se asocian también con una ineficiente asignación de capital en la economía, ralentizando la recuperación", añade la EBA.