El Banco de España hace balance y previsiones de este año marcado por el coronavirus en su informe anual que ha publicado este martes. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, apuesta por mantener las ayudas al empleo y a las empresas.
De hecho plantea la posibilidad de que los ERTE vinculados al coronavirus se puedan compaginar en casos determinados con otros empleos. Además, ante el riesgo de que los efectos adversos se mantengan en el tiempo, el gobernador ha abogado por mantener ayudas.
El Supervisor mantiene su preocupación por la evolución económica. Insiste en sus previsiones con un retroceso de entre el 16 % y el 21,8 % en el segundo trimestre del año.
Dudas sobre cuántos trabajadores en ERTE mantendrán el empleo
El Banco de España tiene dudas sobre si todos los trabajadores en ERTE, casi 2 millones a finales de junio, podrán volver a trabajar como antes de la pandemia y no perderán su trabajo.
Cree que es mejor adelantarse a posibles consecuencias frente a la inacción y recuerda que tras la crisis de 2008 los más perjudicados fueron los trabajadores del sector de las construcción y que en 2013 más de la mitad de los que se quedaron sin empleo permanecían desocupados y solo un 23 % había conseguido trabajo en otra rama de actividad.
Medidas para la supervivencia de las empresas
El Supervisor pone especial énfasis en las necesidades de las empresas y pide medidas de calado. Lanza un mensaje a las Administraciones Públicas y cree que habría que considerar medidas a corto plazo como el pago inmediato de las devoluciones del IVA o de los saldos pendientes a proveedores. Además sugiere nuevos programas de liquidez vinculados al cobro de la deuda de sus clientes o a los gastos fijos de su actividad comercial.
Consenso político para superar la crisis
El Banco de España repite de nuevo lo importante de lograr amplios consensos. Asegura que una vez superada la crisis hay que pactar de forma urgente un modelo a medio plazo. Reclama una estrategia de crecimiento integral a medio plazo, ambicioso y sustentada en amplios consensos.
Cree que el golpe de la pandemia ha llegado cuando nuestra economía era vulnerable por no haber corregido defectos importantes. Y nombra el desequilibrio en las cuentas públicas, la temporalidad del mercado laboral, la escasa productividad o la elevada desigualdad. Y a todo ello suma el envejecimiento de la población o al poco margen del sistema fiscal.
Pide una reforma fiscal
Para reducir el déficit aboga por un plan plurianual que vincule a todas las administraciones y para aumentar el margen fiscal incide en redefinir la cesta de impuestos y sugiere limitar los tipos reducidos de IVA y el elevado nivel de beneficios fiscales, así como mejorando la eficiencia del gasto. Ve margen en el IVA más bajo y aboga por revisar los bienes que están gravados con los tipos reducido y superreducido.
Sobre las figuras impositivas en tramitación como los impuestos digital y financiero dice que sería conveniente que se coordinaran a nivel internacional.
