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CARACTERÍSTICAS DE LA TERCERA REFORMA FINANCIERA

El banco malo debe ser "rentable" y liquidar los activos tóxicos en un plazo de 15 años

La reforma, que cumple las exigencias de Bruselas para conceder la ayuda de hasta 100.000 millones de euros, tiene como fin que el coste de la reestructuración y liquidación de entidades sea soportada por sus accionistas y bonistas para "minimizar el impacto en el dinero de los contribuyentes".

El Consejo de Ministros ha aprobado su tercera reforma para sanear el sistema financiero, con el objetivo de que sea uno de los "elementos fundamentales para salir de la crisis" y que "no cueste un euro al contribuyente".

Luis de Guindos ha asegurado que el 'banco malo' tiene que ser una sociedad de gestión de activos inmobiliarios "rentable" que se desprenda de éstos en un plazo de entre diez y quince años.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que "si hubiéramos tenido una norma como ésta, la crisis bancaria española se podría haber abordado de una manera totalmente distinta", por lo que el objetivo de la norma es que "no se reproduzcan crisis que acaban teniendo un coste en la actividad económica y en el empleo".

La reforma, que cumple los "compromisos" acordados con Bruselas para conceder la ayuda de hasta 100.000 millones de euros al sector financiero, tiene como fin que el coste de la reestructuración y liquidación de entidades sea soportada por sus accionistas y bonistas para "minimizar el impacto en los recursos públicos, es decir, en el dinero de los contribuyentes".

Respecto a las novedades de la reforma, De Guindos destacó la creación de un "mal llamado banco malo", que adquirirá activos "no tan malos" de las entidades financieras.

"Creamos un mal llamado banco malo con activos no tan malos", dijo el ministro

También se aumentará la protección de los inversores minoristas para evitar que se vuelva a producir la comercialización inadecuada de determinados productos, como las participaciones preferentes. Asimismo, pone coto a las remuneraciones de los responsables de las entidades financieras que necesiten ayuda pública y eleva los requisitos de capital de las entidades.

La nueva norma da amplios poderes al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que pasará a estar controlado por el Gobierno y que podrá actuar tanto en las entidades que sólo necesiten una pequeña ayuda como en las que requieran una profunda reestructuración o una verdadera liquidación.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría sostuvo que la reforma culmina el saneamiento del sector financiero con el fin de "impulsar el crecimiento económico y el empleo" y de "recuperar la financiación y el crédito".

El Gobierno descarta la liquidación de entidades en los próximos meses
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha descartado "en principio" la liquidación de alguna entidad financiera en los próximos meses, y ha resaltado la necesidad de esperar a conocer las necesidades de capital que fijarán las consultoras independientes dentro de unos quince días.

"En principio no", ha respondido el ministro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntado por si espera iniciar una resolución ordenada de alguna entidad con problemas en los próximos meses. 

Además, De Guindos ha recordado que aplicar el proceso de resolución ordenada no supone "en absoluto" la liquidación de una entidad, sino que supone separar "la parte buena de la mala" para sacar el máximo posible a la parte de la entidad que tiene valor y generar interés a terceros. "Supone algo parecido a lo que pasó en la CAM", ha explicado.

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