Barcelona estudia implantar una autorización obligatoria a autobuses turísticos que circulen por la capital catalana para que aquellos turistas que visitan la ciudad por un único día no estén exentos de pagar una tasa -como ya ocurre con los cruceristas-, y revisar las políticas tarifarias del transporte público para que el turista abone íntegramente el precio de su movilidad.
En rueda de prensa, el concejal de Turismo del Ayuntamiento, Agustí Colom, y la de Movilidad, Mercedes Vidal, han explicado que una fórmula para aquellos turistas que no se alojan en Barcelona y visiten la ciudad paguen a través de los autocares turísticos -la mayoría de ellos se desplazan en transporte colectivo-, cuya autorización comprendería también una reserva de aparcamiento.
Vidal ha afirmado que se tiene que concretar con el sector esta autorización, pero que proporcionaría un monitoraje de "cuándo, dónde y cómo ocuparán la ciudad", y Colom ha remarcado que ya se realiza en muchas ciudades y es una fórmula que desincentiva comportamientos irregulares como la circulación en vacío a la espera de pasajeros.
Es una de las propuestas que se recoge en la Estrategia de Movilidad Turística, del que este lunes ha presentado el Ayuntamiento un documento preliminar, entre las que también figura una revisión de la política tarifaria con el objetivo de que el usuario no recurrente -el turista- abone íntegramente mediante tarifa el precio de su movilidad.
Uso "intensivo" de la T-10
Vidal ha asegurado que la T-10 es la tarjeta de "uso más intenso" por los turistas, un tipo de título que goza de una importante subvención pública y que usan el 62,7%, mientras que otros más enfocados hacia el turismo como Hola BCN! tiene una implantación del 12,3%.
La concejal ha considerado que la implementación de la T-Movilidad -cuya prueba piloto se prevé que se inicie en la L9 coincidiendo con el Mobile World Congress- "beneficiará" un cambio en la política tarifaria permitirá diferenciar entre usuario habitual y no recurrente, y que hasta que no llegue fomentará la adquisición del Hola BCN! aumentando la oferta asociada.
El documento preliminar señala que el 45% de los desplazamientos de los turistas se realizan a pie y el 32,7% en Metro, lo que supone tres de cada cuatro de los desplazamientos diarios, y que la movilidad turística supone entre el 15 y el 20% de la total de la ciudad.
Otras propuestas que contempla la Estrategia, que se tienen que acabar de concretar con el sector, es la elaboración de la planes de movilidad específica en espacios de gran afluencia, y diseñar soluciones específicas a los problemas de congestión de la red de transporte público por su uso turístico, evitando la actuación de grupos con guía en buses de línea.
También busca repensar el servicio de bus turístico en la ciudad, reestructurando las actuales para evitar solapamiento, así como disponer de datos de demanda; reducir el impacto del alquiler turístico de vehículos de movilidad personal, y reforzar la calidad del servicio de taxi con aspectos como modernizar la intermediación digital.
Colom ha remarcado que esta estrategia busca una movilidad turística sostenible y que sea compatible con la cotidiana, recordando que anualmente Barcelona recibe unos 23 millones de visitas entre turistas de la ciudad, cruceristas y turistas en Cataluña que visitan la capital catalana.