BBVA ha solicitado en la Audiencia Nacional que se le permita personarse como acusación particular contra Ausbanc al considerar que el banco y su equipo directivo han sufrido durante años una campaña de acoso y desprestigio que ha perjudicado su reputación, por lo que pide además ser resarcido.
El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, investiga a Ausbanc y a Manos Limpias, y a sus máximos responsables, Luis Pineda y Miguel Bernad, ambos en prisión, por presunta estafa, extorsión, amenazas, fraude en las subvenciones, administración desleal y organización criminal.
En un escrito, la entidad financiera desgrana la "feroz campaña de acoso y desprestigio" que "durante años" ha desarrollado Ausbanc en su contra, una vez que BBVA decidió dar por finalizado cualquier patrocinio o publicidad con la asociación y con otras empresas relacionadas con ella.
Tras el cese de la relación con BBVA, Ausbanc decidió entre otras medidas presentar una queja ante la Asociación Española de Banca (AEB), y sendas denuncias ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Fiscalía y la Agencia Española de Protección de Datos, todas ellas archivadas.
Ausbanc no se limitaba a atacar a la entidad sino que incluyó también a sus directivos, con el claro propósito de "perjudicar su imagen y reputación", tanto en España como en otros países donde opera la entidad financiera, señala el documento.
De este modo, Ausbanc comenzó a publicar en sus propios medios de comunicación artículos denigratorios, así como a intervenir en las juntas de accionistas y posteriormente impugnarlas, algo que hizo hasta en seis ocasiones desde 2008, aunque en todos los casos sus pretensiones fueron rechazadas.
La asociación demandó personalmente a directivos y formuló toda clase de denuncias por "pretendidos incumplimientos o vulneraciones de contratos", además de que atacó de forma muy activa a BBVA en las redes sociales, poniendo en cuestión su solvencia y la capacidad de su equipo directivo para gestionar la entidad.
En concreto, Pineda publicó en Twitter referencias a la "quiebra inminente" del banco y a la incapacidad de su presidente, Francisco González, haciendo referencia a supuestas entrevistas "con un fiscal de Nueva York" al que habrían informado de presuntas irregularidades.
En el escrito dirigido al Juzgado central de Instrucción número 1 BBVA alega también las "extraordinariamente crueles y constantes agresiones" hacia los sucesivos responsables de comunicación de la entidad, que podrían dar lugar a "específicas y diferentes responsabilidades penales". Por todo ello, y considerando el daño reputacional y de imagen que ha sufrido el banco, se pide el resarcimiento, a sabiendas de que "resulta prematuro hablar de una cuantificación del daño ocasionado", algo en lo que la entidad "está trabajando".