El grupo BFA-Bankia obtuvo un beneficio atribuido de 527 millones hasta septiembre, frente a las pérdidas de un año antes, de los que 362 millones corresponden exclusivamente a Bankia, y destinó a provisiones las plusvalías fruto de sus desinversiones en Mapfre e Indra.
Según la información remitida a la CNMV, el grupo ganó 219 millones sólo en el tercer trimestre y en términos netos el beneficio ascendió a 648 millones, que se comparan con los 7.779 millones que perdió un año antes y se acercan al objetivo de lograr 800 millones en el conjunto de 2013.
Estos resultados no incluyen los 1.795 millones fruto de la conversión de preferentes y deuda subordinada del banco, pero sí una provisión de 300 millones para afrontar reclamaciones dentro del proceso de arbitraje, que se suma a los 525 millones dotados ya en el segundo trimestre. Sin embargo, como dispone de otros 1.270 millones por el canje con descuento de "híbridos" -preferentes y subordinadas- el banco defiende que tiene recursos suficientes para asumir el coste de los arbitrajes sin necesitar más dinero público.
El grupo, que recibió recibió una ayuda de más de 22.000 millones el pasado año, volvió a beneficios en el primer trimestre de 2013 y presume de que sus resultados van mejorando trimestre a trimestre. En las cuentas de Bankia, que son en las que realmente se ve la evolución del negocio, el margen de intereses en el acumulado hasta septiembre alcanzó los 1.876 millones, con lo que la caída se reduce a un 23,9%, descontado el coste de un préstamo de BFA ya cancelado.