Formas de pago

Bizum, tarjeta de crédito, pago con el móvil o transferencia: "Lo más seguro para gente muy, muy, muy precavida es..."

¿Hay un método de pago blindado al 100% ante posibles fraudes o estafas? ¿Es más seguro pagar con la tarjeta en la mano o con ella en el móvil? Y si me engañan, ¿puedo reclamar un Bizum? Un experto resuelve nuestras dudas.

Diferencias entre la tarjeta de crédito y débito
Bizum, tarjeta de crédito, pago con el móvil, transferencias bancarias o efectivo: ¿Cuál es el mejor método de pago?

"Te hago un Bizum". Seguro que en lo que llevamos de día alguien te ha dicho esta frase o incluso has sido tú quien la has pronunciado. Esta herramienta de pago electrónico ha cumplido ya los 8 años y acumula 27,5 millones de usuarios. Con estas cifras parece que nadie se le resiste, ni jóvenes ni seniors, pero lo cierto es que todavía sigue habiendo rebeldes, quizás por la losa de la seguridad.

Con motivo de su aniversario, la compañía ha anunciado que desplegará los pagos presenciales en comercios el año que viene. Esta nueva posibilidad nos ha hecho reflexionar sobre las diversas y variadas opciones de pago que como consumidores tenemos en la actualidad y preguntarnos lo siguiente: ¿Cuál de todos estos métodos es el más seguro?

Desde la Newsletter de Antena 3 Noticias, hemos preguntado a Javier Sanz, CEO de ADSLZone, por los "pros y los contras" de cada uno de estos métodos de pago para que no 'nos den gato por liebre' en unos tiempos en los que la compra a golpe de 'click' está a la orden del día.

Un estudio del Banco de España publicado en mayo indica que el efectivo sigue siendo la principal forma de pago para el 60% de los consumidores españoles, aunque el perfil de las personas hace variar mucho los porcentajes. Para el 76% de los mayores de 65 años el dinero se lleva en el bolsillo, sin embargo, entre los jóvenes de 25 a 34 años este porcentaje baja al 36%. Tanto el efectivo como los métodos digitales tienen sus ventajas e inconvenientes.

Llevar encima el dinero supone un mayor riesgo de perderlo o de que te lo roben, pero, por otra parte, te hace más consciente de la cantidad que estás gastando en cada momento porque ves cómo se va acabando. Como dice el refrán, "quien mucho tiene, mucho gasta; y quien poco tiene, poco le basta". Cuando las compras las realizas con una tarjeta o a través de una aplicación, parece que no estás gastando dinero, y ojo, porque esto es un peligro. Si nos fijamos en las diferentes formas de pago electrónico, es importante conocer cuáles son los puntos fuertes y débiles de cada uno para saber qué peligros asumimos en cada operación.

Bizum, transferencia, tarjeta o pago con el móvil, ¿cuál es más seguro?

Bizum es una aplicación por la que se puede enviar y recibir dinero a través del smartphone. Los dos actores tienen que tener activada la herramienta que tiene un funcionamiento muy sencillo. Se entra en la app de tu banco y desde ahí se selecciona el contacto a quien se le quiere enviar el dinero: "Los pros son sobre todo la inmediatez que tiene, porque puedes enviar el dinero y el receptor lo recibe prácticamente al instante. También la seguridad, porque al final es un servicio que está basado en toda la tecnología de los bancos vinculada a los teléfonos móviles y es muy seguro siempre que el bizum sea de forma voluntaria".

El CEO de ADSLZone compara las fortalezas y debilidades de esta forma de pago con la de las transferencias y dice: "En cuanto a los pros de las transferencias bancarias, nos permite abonar mayor importe que con Bizum, que está limitado a 500 euros, Bizum está limitado al ámbito nacional y las transferencias pueden ser internacionales y a nivel de seguridad lo mismo, tiene que ser una transferencia que hagamos de forma voluntaria y que no haya intervención de un tercero".

Un 14 de octubre de 1971 llegó a España la primera tarjeta de crédito. Este método de pago cumple en nuestro país 53 años la próxima semana y no para de ganar adeptos. Según el Banco de España, se utilizan para pagar más de 270 compras por segundo. Pero también por ella ha pasado el tiempo y la necesidad de modernizarse y en la última década ese documento ha ido introduciéndose en nuestros dispositivos móviles hasta el punto de que hoy quien más quien menos puede pagar con su teléfono. ¿Cuál de las dos formas es más segura?

"La tarjeta en el móvil nos da muchísima comodidad, pero siempre tenemos el inconveniente de que dependemos de ese terminal, dependemos de que tengamos batería y dependemos de que el comercio tenga el mecanismo de contactless para poder recibir el dinero con tarjeta física. No vamos a tener ese problema porque prácticamente el 100% de los comercios que tienen datáfono puedes introducir tu tarjeta y tienes también esa doble verificación que es la introducción del código pin cuando son cantidades superiores a los 20 €", señala Javier Sanz.

En ambas modalidades, los sistemas de seguridad parecen funcionar. El experto subraya que para evitar caer en cualquier tipo de fraude "lo importante es tener activado el doble factor de verificación" y en el caso de los pagos con el móvil "es importante también tener actualizado el teléfono. El sistema operativo es clave, porque sí que se conocen algunas vulnerabilidades donde puede llegar un tercero y acercarse con un dispositivo a tu bolsillo y que el teléfono pague de forma automática".

Normalmente, la verificación en el pago con el móvil puede ser o bien a través de una contraseña o del reconocimiento facial, ¿por cuál debemos decantarnos? Javier Sanz analiza que "el reconocimiento facial ha mejorado mucho en los últimos años. Utiliza infrarrojos vía 3D y es prácticamente imposible que con fotografías o con vídeos se pueda llegar a engañar el sistema. El PIN, por el contrario, presenta dos problemas, uno que olvidemos el PIN o dos que sea una clave demasiado corta y que por fuerza bruta pueda un ciberdelincuente adivinar cuál es, incluso la adivinación te pueden estar mirando desde atrás, cuando introduces el pin en tu teléfono y ahí podría un tercero saber tu contraseña. Entonces, yo diría que es más seguro ahora mismo el reconocimiento facial que el PIN y que podemos estar absolutamente tranquilos, que todos los teléfonos de nueva generación biométricamente nos van a proteger".

Con el análisis ya de todas ellas hecho, pongámonos ahora en la mente de estafado. ¿Qué es más fácil de reclamar, una estafa por Bizum, por transferencia, a través de la tarjeta...? Javier Sanz explica que "cuando enviamos dinero por Bizum es muy difícil el poder reclamarlo". Hay una excepción y es cuando "por detrás hay una estafa, es decir, si hemos sido incitados a hacer algún tipo de pago y lo podemos demostrar, sobre todo por escrito. Ahí, sí que hay que acudir a la policía y probablemente más adelante el banco se pueda hacer cargo y recuperar el dinero, pero hay que tener en cuenta que cuando nosotros hacemos el bizum lo hacemos de forma voluntaria y normalmente siempre hay una doble verificación de seguridad para poder confirmar que quieres enviar el dinero".

También se presupone esta voluntariedad con las transferencias, sin embargo, aquí hay dos posibilidades, señala Sanz: "Si nos damos cuenta pronto y la transferencia se ha hecho fuera del horario bancario, podemos bloquear esa transferencia hablando con el banco emisor y ahí podríamos parar ese envío de dinero. Además, luego sí que es verdad que los bancos, ante un posible fraude, pueden verificar. También hará su propia investigación de que hemos hecho un pago a una página fraudulenta y también existen seguros donde el cliente está protegido, así que sí que podríamos reclamarlo".

Entonces, ¿cuál es la joya de la corona? Lo cierto es que ningún método está blindado al 100%, pero sí es verdad que hay una opción que puede ser "lo más seguro". Se trata de una tarjeta virtual de una sola vida, de usar y tirar. "Lo más seguro son las tarjetas de un solo uso, porque están precisamente diseñadas para eso, para hacer una compra en internet y solo va a funcionar en ese momento. Se puede poner también un límite de dinero y en el momento en que hayamos utilizado la tarjeta deja de funcionar. Esto es lo más seguro que puede existir para gente muy, muy, muy, precavida", dice Sanz.