El parqué madrileño ha cerrado noviembre con una caída del 14,2%, que ha situado al Ibex 35 en el nivel de los 9.267,2 puntos, en un contexto marcado por el fuerte incremento de la prima de riesgo, que marcó máximos históricos, hasta rozar los 300 puntos básicos, y el miedo al contagio de la crisis de Irlanda.
Noviembre ha sido uno de los meses más volátiles, ya que el Ibex pasó de rozar los 10.800 puntos a comienzos de mes a situarse en niveles mínimos que no alcanzaba desde julio (9.300 enteros). Además, en sólo dos sesiones (días 22 y 23) cedió más de un 5% y dejó escapar alrededor de 700 puntos.
El rescate de Irlanda no sirvió para aplacar el temor de los inversores y, por el contrario, reavivó la incertidumbre y el pánico, lo que creó el caldo de cultivo perfecto para la especulación, que se cebó con el mercado español.
El sector más perjudicado fue el financiero debido, entre otros factores, a las posiciones cortas. Además, el temor a que la caída de Irlanda pudiese arrastrar a Portugal y este país a España, debido al efecto contagio y a la elevada exposición de la banca española a los bonos portugueses, también contribuyó a su caída.
Los analistas insisten en que las caídas del mercado bursátil y el fuerte repunte de los CDS ponen de manifiesto la necesidad de que España envíe un mensaje de credibilidad al exterior y recupere la confianza.
Sin embargo, los expertos resaltan que esta confianza no sólo debe centrarse en la deuda, pese a que la situación es crítica, como demuestra el elevado interés de la emisión realizada por el Tesoro el martes 23 de noviembre, sino en todos los mercados, para frenar el ataque de los especuladores.
A falta de un mes para que concluya el año, el Ibex se encuentra lejos de los 11.940 puntos a los que cerró 2009, aunque los analistas confían en el 'rally final' de los inversores para que selectivo pueda recuperar posiciones.
Noviembre ha estado cargado de mensajes negativos que no han dado ni un sólo momento de respiro, ya que la Reserva Federal estadounidense (Fed) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento en 2011 y prevé que el PIB crecerá entre un 3% y un 3,6%, frente a la estimación de junio de entre el 3,5% y un 4,2%.
Asimismo, la Unión Europea ha vuelto a pedir a España que tome medidas de ajuste fiscal en 2011 si la economía crece menos del 1,3% que prevé el Gobierno, ya que de lo contrario incumplirá su compromiso de recortar el déficit hasta el 6% del PIB.
Los inversores también estuveron pendiente del mercado de divisas tras la incertidumbre que vive Asia por los ataques a Corea y las medidas adoptas por China para devaluar su moneda. El euro ha fijado su cambio con el dólar en 1,30 unidades.