La Comisión Europea (CE) abrió un procedimiento de infracción contra siete Estados miembros de la Unión Europea (UE), entre ellos España, por haber incumplido sus obligaciones comunitarias en materia de homologación de vehículos en relación con el fraude en las emisiones del grupo Volkswagen. Bruselas ha remitido una carta de emplazamiento, primer paso del procedimiento comunitario de infracción, para solicitar información a los países concernidos (Alemania, España, Grecia, Lituania, Luxemburgo, Reino Unido y República Checa).
En el caso de Alemania, España, Luxemburgo y Reino Unido, que homologaban ciertos modelos de Volkswagen para su venta en el mercado único europeo, la Comisión Europea les reprocha no haber aplicado las penas correspondientes al detectarse en septiembre de 2015 que el fabricante alemán utilizaba un "software" ilegal para superar los test de emisiones en el laboratorio.
Fuentes europeas precisaron que los vehículos que afectan a España son de la marca Seat y, en concreto, el modelo Eseo, aunque responsables de la CE están en contacto con las autoridades españolas para obtener "más información". "El cumplimiento de la ley es ante todo el deber de los fabricantes de automóviles. Pero las autoridades nacionales de toda la UE deben garantizar que los fabricantes de automóviles cumplan efectivamente con la ley", declaró en un comunicado la comisaria europea de Mercado Interior e Industria, Elzbieta Bienkowska. Los Estados miembros de la UE deben tener un sistema de sanciones "efectivo, proporcionado y disuasivo" aplicable a los constructores automovilísticos que incumplan la ley, recordó la CE.
En el caso de los procedimientos de infracción contra Grecia, República Checa y Lituania, el Ejecutivo comunitario les reprocha no haber introducido dicha normativa europea en su legislación nacional. Además, en el caso de Alemania y el Reino Unido, la Comisión Europea considera que se saltaron la ley al negarse a revelar, a petición del Ejecutivo comunitario, "toda la información técnica recolectada en sus investigaciones nacionales" relativas a las "potenciales emisiones irregulares de óxido de nitrógeno (NOx) del grupo Volkswagen y otros fabricantes".
"Para el futuro, la Comisión ha presentado propuestas para introducir una mayor supervisión europea y un sistema de aprobación más robusto", que aún debe ser aprobado por el Parlamento Europeo y por el Consejo, recordó la comisaria. Se refiere en concreto a nuevas pruebas sobre emisiones contaminantes, más similares a las de conducción real, para medir los niveles de emisiones de NOx y CO2 de los vehículos. Si la Eurocámara y el Consejo aprueban la propuesta, las nuevas pruebas de medición se aplicarán desde septiembre de 2017 solo a los modelos nuevos de vehículos (que no a todos los que se fabriquen), mientras que desde septiembre de 2018 se extenderá a todos los coches que salgan de fábrica.