Bruselas no quiere intervenir en el conflicto de los taxistas con UBER

Los piquetes se toparon con Miguel. Más de diez personas contra él solo; primero le insultaron, después con saña y violencia le destrozaron las puertas y los cristales de su coche. También le atacaron por detrás, mientras él intentaba proteger a su coche; en definitiva, su medio de vida. Cuenta que le agredieron, que llegaron a ponerle un cuchillo en el cuello.

Hoy Miguel tiene miedo. Le han destrozado su taxi. Lo compró hace dos meses con el dinero que su suegra le prestó.

El origen de la ira de los taxistas está en una aplicación, una plataforma que a través de Internet, pone en contacto a conductores no profesionales con los usuarios. La aplicación se queda con el 20 por ciento del dinero de las carreras.

En Bruselas creen que las huelgas no funcionarán y piden que sea cada estado el que regule esta situación. El Ministerio de Fomento, por su parte, cree que es necesaria una normativa común europea.