El sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calcula que cada español debe pagar anualmente al Fisco unos 1.910 euros de más para compensar los impuestos que otros contribuyentes dejan de tributar debido al fraude y la evasión fiscal.
Además, este sobrecoste fiscal podría ser incluso superior, ya que no incluye los impuestos eludidos por las prácticas agresivas de las multinacionales para no tributar por los beneficios de sus operaciones en España.
Según Gestha, el fraude y la elusión fiscal representan una pérdida total de ingresos cercana al billón de euros en toda Europa, tal y como ha reconocido el Comisario de Fiscalidad de la Comisión Europea, Algirdas Semeta. En España, la pérdida total para Hacienda ronda los 90.000 millones de euros anuales.
A su parecer, el fraude es una de las principales causas de que la presión fiscal en España haya caído en el último año en más de cinco puntos porcentuales, ampliando así su diferencial con la media europea en 7,4 puntos. De hecho, la evasión fiscal y laboral es responsable de casi la mitad (48,7%) de este diferencial, según los técnicos.
Según los datos de Eurostat, la presión fiscal en España se situó en el 31,4% del PIB en 2011, lo que supone la vigésimoprimera posición en el ranking europeo pese a las subidas impositivas aprobadas en el IRPF e IVA en 2010 y 2011.
Gestha calcula que, en la actualidad, la economía sumergida en España representa un volumen equivalente al 23,3% del PIB, el doble de la media de los quince primeros países de la UE, de modo que la evasión fiscal será una de las causas destacadas de la caída de la presión fiscal, junto con el desempleo y la caída del consumo.
Para reducir las bolsas de fraude, cree que el Consejo Europeo debería acordar que el intercambio automático de información se extienda a todos los Estados miembros, incluyendo los dividendos y ganancias de capital, no solo a los salarios, pensiones y seguros previstos para 2015.
Asimismo, ve necesario acabar con toda la opacidad existente en los fondos de inversión, fondos de pensiones, instrumentos financieros innovadores y los pagos realizados a través de fideicomisos y fundaciones. Además, hay que acabar con la tributación excesivamente baja de determinados países europeos y acordar una base armonizada en el Impuesto de sociedades.
Finalmente, Gestha reclama más audacia para evitar la "sangría recaudatoria" de las grandes empresas y propone la creación de un nuevo tipo impositivo del 35% en el Impuesto de Sociedades para beneficios a partir del millón de euros para recaudar en España 13.943 millones adicionales al año, además de mejorar la equidad del sistema fiscal.