Economía
Calviño admite una "incertidumbre" económica por la inflación pese a que las previsiones siguen siendo las mejores de Europa
La ministra de Economía advertía que "hay que prepararse para lo peor", aunque España sigue a la cabeza de Europa en las previsiones económicas.
Publicidad
La ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha admitido este martes durante una entrevista en la Cadena Ser que España se encuentra en un momento de una "elevadísima incertidumbre" y que hay que "prepararse para lo peor". Pese a ello, insiste que las previsiones económicas siguen siendo las mejores de Europa.
"Es evidente que todo depende de lo que suceda con la guerra", reiteraba Calviño. Sin embargo, destacó que aunque existe esa "incertidumbre" por la situación internacional, los organismos internacionales prevén para España un crecimiento superior al 4% este año y al 2% el año que viene. Ha rechazado descartar explícitamente una recesión.
Calviño celebra las cifras de contratos indefinidos
La vicepresidenta primera también ha valorado la situación del paro y la afiliación a la Seguridad Social en julio. Ha remarcado que los datos muestran una "ralentización" en la segunda mitad del mes y "un menor dinamismo". Sin embargo, ha mantenido que "la volatilidad de un mes concreto no nos debe despistar de las grandes cifras como que hay 11 millones de personas con contrato indefinido".
Ha pedido que "hay que dejar de ver las cifras mensuales como antes de la reforma laboral y ver la evolución de fondo". Aseguraba durante la entrevista que se está produciendo un "cambio estructural en el mercado de trabajo". Ha defendido que la razón por la que el sector turístico haya contratado menos es porque adelantó gran parte de los contratos al periodo comprendido entre marzo y junio.
"Las cifras del mes no tienen que ser sacadas de contexto y hay que ver la tendencia a lo largo del año". "No podemos quedarnos solamente en una lectura parcial de la realidad que es la más inmediata", finalizó.
Publicidad