El nuevo comisario designado de Energía y Cambio Climático, Miguel Arias Cañete, ha vendido sus acciones en las empresas de almacenamiento de combustible Ducor y Petrologis para evitar conflictos de intereses en su nuevo cargo, según han informado fuentes del PP. La venta facilita que Cañete pueda pasar el examen de la Eurocámara necesario para ser confirmado como comisario.
"Desde el momento en el que (el presidente designado de la Comisión, Jean-Claude) Juncker, le comunicó que le adjudicaba la cartera de Energía, puso las acciones a la venta porque sabía que podía haber cuestiones", han explicado las fuentes consultadas. El reparto de carteras se anunció el pasado 10 de septiembre.
Según la declaración de intereses económicos presentada ante la Eurocámara, Cañete poseía una participación del 2,5% en Petrolífera Ducor y otra también del 2,5% en Petrologis Canarias.
Los socialistas europeos e Izquierda Unitaria, así como las organizaciones ecologistas, ya habían criticado los intereses de Cañete en la industria petrolífera. Esta cuestión amenazaba con convertirse en el principal escollo en la audiencia que debe pasar el exministro de Agricultura ante el Parlamento antes de ser ratificado en su nuevo cargo.
Juncker ha pedido además a Cañete que en su audiencia ante la Eurocámara aclare las declaraciones machistas que hizo durante la campaña electoral con el fin de garantizarse el apoyo de los eurodiputados. El eurodiputado popular cree que no tendrá problemas para pasar el examen porque ya pidió disculpas e insiste en que estas palabras no responden a su manera de pensar.
Las audiencias a los 27 nuevos comisarios se desarrollarán entre el 29 de septiembre y el 7 de octubre. Los socialistas europeos han señalado como problemáticos además de a Cañete al británico Jonathan Hill, a la eslovena Alenka Bratusek y al húngaro Tibor Navracsics.
El Parlamento no puede vetar a comisarios individuales sino que debe pronunciarse a finales de octubre sobre el colegio en su conjunto. Pero en las dos legislaturas anteriores, cuando la Eurocámara ha rechazado a un comisario -como ocurrió en 2004 con el italiano Rocco Buttiglione o en 2010 con la búlgara Rumiana Jeleva-, su país de procedencia ha optado por retirarlo y presentar una alternativa para evitar la caída de toda la Comisión.