Cataluña todavía necesita captar 22.263 millones de euros en depósitos bancarios para recuperar los niveles previos a la celebración del referéndum independentista que tuvo lugar el 1 de octubre de 2017, según los últimos datos disponibles del Banco de España.
Las consecuencias de la crisis institucional en esta región sobre los depósitos en entidades de crédito fueron particularmente significativas los meses inmediatamente posteriores al 1-O, cuando su volumen se redujo en casi un 20%, pasando de situarse en cerca de 190.000 millones de euros a mediados del año pasado, al nivel históricamente bajo de los poco más de 152.000 de principios de 2018.
En este sentido, a pesar de que los datos muestran que poco a poco esta Comunidad Autónoma se va recuperando, los depósitos referidos al tercer trimestre de este año aún están un 12,05% por debajo del nivel del mismo periodo del ejercicio precedente, al situarse en 162.471 millones de euros.
Eso sí, Cataluña cerró 2017 con 153.335 millones de euros en depósitos bancarios y, desde entonces, han regresado unos 9.100 millones de euros, es decir, en torno a un tercio de los 31.400 millones que se fugaron solamente entre el tercer y el cuarto trimestre del año pasado.
Con motivo de la celebración del referéndum ilegal de independencia de Cataluña el 1 de octubre de 2017, la amenaza soberanista y posterior crisis institucional en la región, miles de empresas catalanas decidieron cambiar su sede social, entre las que se encontraban algunos bancos.
CaixaBank y Sabadell, dos de los bancos con más presencia y con un fuerte arraigo en la región, trasladaron sus domicilios sociales a la Comunidad Valenciana, concretamente a Valencia y a Alicante, respectivamente.
Precisamente, la región valenciana ha sido una de las que ha visto incrementar más sus depósitos durante el último año, concretamente un 7,94%, hasta situarlos en 107.282 millones de euros.