Embalses
Cataluña sale de la emergencia por sequía y relaja las restricciones al consumo de agua
Su reserva de agua se ha visto incrementada en cinco puntos.
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Cataluña ha logrado abandonar la fase de emergencia por sequía, gracias a los efectos de los últimos temporales. Esto se traducirá en una relajación de las medidas que adoptó la Generalitat, de manera que el límite de consumo por habitante al día volverá a ser de 230 litros.
La salida de la fase de emergencia también tendrá un efecto directo en las actividades económicas. La agricultura, la ganadería y la industria podrán aumentar su consumo de agua, mientras que las piscinas se podrán rellenar, a excepción de aquellas se encuentren completamente vacías.
Un equipo de Antena 3 se ha trasladado hasta el Pantano de Sau, Cataluña para comprobar cómo ha evolucionado su capacidad, y es que si bien a principios de marzo estaba a poco más del 1%, en la actualidad ha logrado llegar al 14%, y se espera que esta cifra siga en auge en los próximos días.
Sube la capacidad en el resto de España
Los embalses de Cataluña no han sido los únicos que han visto aumentar su capacidad. Los efectos de la primavera han facilitado que los pantanos españoles hayan acumulado 196 hectómetros cúbicos más de agua esta semana, lo que se traduce en un 0,3% de la capacidad total. De esta forma, la reserva media de los pantanos se sitúa en 66,3%, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Las precipitaciones han afectado a toda la península, aunque es en el norte donde se registran las máximas. En concreto, en Santiago de Compostela se han acumulado 143,9 litros por metro cuadrado.
En las cuencas internas de Cataluña, la reserva de agua se ha visto incrementada en cinco puntos, acumulando actualmente un 23,8% frente a un 18,2% que se registró la semana pasada.
Lluvias históricas en Cataluña
El pasado 30 de abril, Barcelona vivió su día más lluvioso de los últimos cuatro años. Una buena noticia para la ciudad que llevaba muchas semanas lidiando con la sequía, pero que también tuvo su parte negativa, al registrar numerosas incidencias.
En la ciudad contal cayeron 80 litros por metro cuadrado. Los bomberos tuvieron que atender a más de un millar de llamadas, la mayoría procedentes del Vallès Occidental (337) y Baix Llobregat (317). Distribuidos por municipios, en Terrassa han sido 112, en Barcelona 94 y otras 93 en Sant Cugat del Vallès.
En estos lugares, los bomberos atendieron incidencias relacionadas con la acumulación de agua, caída de ramas o árboles en las carreteras, además de algunos problemas con el cableado en la vía pública.
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