Cesta de la compra
La cesta de la compra, el doble de cara dependiendo de la provincia o incluso el barrio donde se viva
La misma cesta de la compra puede llegar a ser el doble de cara en una punta y otra del país.
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La llegada del otoño pinta ser complicada, ya que la cesta de la compra sigue encareciéndose. Para ello, desde el Gobierno y, particularmente, el ministro de Consumo han publicado un conjunto de recomendaciones para mitigar las continuas subidas.
Para los supermercados, recomienda que contengan y ajusten los precios. Mientras que a los consumidores pide, lo que parece más difícil de compatibilizar, comprar producto fresco como las legumbres, el cereal o los huevos camperos.
En todas las comunidades, llenar la cesta de la compra cada vez es más caro, pero sus precios son muy variados. Si comparamos el precio de la sandía entre Madrid (8,53 euros) y Galicia (4,26), en la capital cuesta casi el doble que en los comercios gallegos. A diferencia del tomate, Sevilla (1,29 euros) es la ciudad donde más caro lo compraríamos, a diferencia de Madrid (0,32 euros) y Galicia (0,18 euros). Por otro lado, la merluza vuelve a colocar a Madrid (7,62 euros) con el precio más caro, siendo Sevilla (6,56 euros) y Galicia (2,24 euros) las más baratas.
Esto deja claro que la misma cesta de la compra puede llegar a ser el doble de cara en una punta y otra del país.
Diferencias dentro de la misma ciudad
Sin embargo, no es necesario comparar entre dos ciudades totalmente distintas geográficamente para obtener esta diferencia de precios.
En una frutería del barrio de Salamanca han notado menos cantidad en las ventas, pero los clientes mantienen los mismos productos que antes. Algo parecido ocurre en la pescadería, pero su género es menor al de hace unos meses: "La gente no se gasta tanto dinero como antes. Siguen comprando lo mismo, pero a lo mejor menos cantidad", explica uno de los encargados. Y aunque los establecimientos notan que los clientes consumen menos, no supone que dejen de hacerlo, sino que ahora es en menor cantidad.
En el caso del barrio de Vallecas, un barrio con menor poder adquisitivo, los clientes, además de empezar a consumir menos, también han cambiado los productos de su lista de la compra. "La carne de ternera se está consumiendo menos, ahora el pollo y el cerdo se venden más porque es más barato", declara un carnicero de la zona.
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Lo que queda claro es que sea cual sea el barrio, parece que cada vez se compra menos.
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