Le toca muy de cerca a Félix, un albañil jubilado que se encuentra dentro del grupo de los beneficiados. Su amigo Jesús le explica que tendrá una pequeña subida de la pensión. Es uno de los 3 millones 200 mil que en enero recibirá una paga de atrasos: Unos 200 euros.
Sólo los percibirán aquellos con prestaciones mínimas contributivas y no contributivas. Las primeras contemplan la jubilación, incapacidad permanente y fallecimiento siempre en función de sus aportaciones y las del empresario a la Seguridad Social durante el periodo en el que han cotizado.
Las segundas -se conceden a personas en situación de precariedad, aún sin haber cotizado- disponen de dos modalidades: invalidez y jubilación.
El caso opuesto está en Pablo. Él no será de los afortunado. Asegura que su pensión se encuentra “congelada”.
Cinco millones de pensionistas no verán aumentar su pensión y perderán poder adquisitivo. La congelación no es definitiva. Será una de las primeras medidas, como ha confirmado a los agentes sociales, que tendrá que revisar Mariano Rajoy.