La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) exige a las empresas divulgar las prácticas irregulares que detecten en su organización, incluidos casos de corrupción, cuanto antes y "con independencia de que hayan trascendido o no públicamente a través de medios de comunicación o de otro modo".
Así lo ha urgido el organismo dirigido por Sebastián Albella en un documento divulgado este lunes donde reprende a las cotizadas afectadas por casos de corrupción en los últimos meses y fija procedimientos de actuación, tras confesar que "son motivo de preocupación" para la CNMV. El organismo, que ya baraja "reforzar" las recomendaciones del Código de Buen Gobierno para evitarlas, urge a las empresas a comunicar las irregularidades detectadas "en los primeros informes (EINF y IAGG) que se elaboren tras el momento en el que se haya tenido conocimiento" de las mismas.
Se trata, en concreto, de la información no financiera (EINF) y el informe anual de gobierno corporativo (IAGC), donde están obligadas a detallar sus principales riesgos, "incluidos los derivados de la corrupción, así como a aquellos que, en su caso, se hubieran materializado en el ejercicio". Si no ocurriese así indica que deberá incluirse "en la primera declaración intermedia trimestral o en el informe de gestión de la primera información semestral que se publique por la compañía, sin perjuicio de las responsabilidades y sanciones a que el retraso pueda dar lugar".
La CNMV conmina a la Comisión de Auditoría a estar especialmente vigilante en este cumplimiento, pero eleva la responsabilidad a lo más alto de la cúpula. Si bien admite que los casos conocidos en los últimos meses sólo afecten a algunas empresas o sean imputables a un número reducido de personas, denuncia que "este tipo de situaciones puede comprometer la imagen y reputación de nuestro mercado de valores, a cuya integridad y transparencia sirve la CNMV". Para el organismo, la creciente importancia a los aspectos relacionados con la ética que también otorgan los inversores institucionales en sus decisiones de inversión "hace especialmente relevante la cuestión".
Para atajarlo emplaza a las compañías a "tratar de impedir o reducir al máximo la probabilidad de que se produzcan prácticas de carácter irregular y asegurar, en cuanto se detecten, el cese en ellas y la exigencia de responsabilidades". Para tal fin indica que los órganos de gobierno tienen que tener establecidas políticas y controles adecuados para prevenir la corrupción y demás prácticas irregulares, así como para la identificación, evaluación, gestión y control de los riesgos y de los potenciales impactos asociados.
"Asimismo, es esencial que se cercioren de que las políticas y controles se aplican con el máximo rigor", indica, considerando además "especialmente relevante", en general, el papel en este ámbito de los consejeros independientes y de los demás consejeros externos, "ya que a todos ellos corresponde una función de contrapeso con respecto a los consejeros ejecutivos". La CNMV insta a tal efecto a los órganos de gobierno de las cotizadas "a revisar sus políticas y procedimientos en este ámbito, así como su aplicación en la práctica, para asegurarse de que son suficientemente exigentes y se aplican realmente".