El precio del dinero desciende de nuevo un escalón. El BCE no movía ficha desde diciembre. La curva que dibuja la evolución de los tipos de interés nunca fue tan baja. Si antes de la crisis superaba el 4% hoy se queda en el 0,75. En la zona euro este indicador roza el cero, pero sigue por encima de los tipos de interés que manejan en Londres, o la Reserva Federal de Estados Unidos.
Que baje el precio del dinero afecta al bolsillo de los hogares. Lo primero, porque influye sobre el Euribor, y este indicador es el que fija las cuotas de la mayoría de las hipotecas.
Lo segundo, porque permite a los bancos financiarse más barato arbiendo de nuevo el grifo del dinero. Esa es la clave de la cadena. Las entidades concederían así más créditos a empresas y a particulares, reactivando el consumo en la calle.
Ese es el impulso que quiere dar el organismo de Mario Draghi. Por eso también ha reducido al cero por ciento los intereses que los bancos reciben por depositar su dinero en el Banco Central Europeo.
La idea es que a las entidades les salga más rentable prestárselo a ciudadanos y empresas.