La crisis cambia la alimentación de los españoles

En 2010 fuimos más cautelosos al llenar la bolsa en el mercado. Nos gastamos casi un 3% menos en alimentación y la mitad de los españoles optó, esta vez sí, por ceñirse a una lista. En ella apuntamos sobre todo carne, pero cambiamos la de cordero o ternera por pollo.

En la pescadería, se pide pescado azul antes que pescado blanco, porque es más económico. Por otra parte la patata fue uno de los productos estrella en el carrito de la compra. Recortamos al comprar para casa y cambiamos hábitos.

Muchos comían los fines de semana de restaurante, una costumbre que se ha reducido un 4,5% y que, además, se hace eligiendo los establecimientos con mejores precios.

De esta forma, bajan las ventas de menús, una caída que se mantiene, y que ya se conoce como "efecto tupper". Los trabajadores llevan la comida de casa y se ahorran lo que les costaría comer fuera.

En resumen, persiste y se agudiza la tendencia de abaratar lo que nos gastamos en alimentación.