El CEO de Shell no descarta racionamientos
La crisis del gas podría durar varios inviernos
La crisis del gas en Europa trae de cabeza a todos los gobiernos. Putin está echando un pulso y las consecuencias de la guerra se dejan notar en todo el mundo, especialmente a una Europa que depende de esta materia prima. Una crisis energética que podría durar varios años, según Ben van Beurden, CEO de Shell.
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La crisis se alargará y los racionamientos no se descartan. Lo dice el director ejecutivo de Shell, la mayor compañía petrolera y gasista de Europa. Ha advertido de que Europa podría tener que racionar la energía durante varios años, ya que esta crisis puede durar más de un invierno. Así que, ante este panorama, Ben van Beurden asegura que habrá que encontrar soluciones eficientes y alternativa para frenar la escasez de energía.
En este sentido, no descarta racionamientos, y esto podrá a prueba la solidaridad de los países europeos. “Es posible que tengamos varios inviernos en los que tengamos que encontrar soluciones mediante el ahorro de energía, el racionamiento y un rápido desarrollo de alternativas”, dijo.
Reunión extraordinaria
Urgen las medidas y Europa tiene que reaccionar a tiempo para evitar una recesión que parece cada vez más cerca. Por eso los ministros de Energía de la UE se reunirán de forma extraordinaria el próximo 9 de septiembre para buscar y discutir medidas para solucionar esta crisis del gas.
La semana pasada el precio de referencia del gas en Europa se disparó la semana pasada, llegó a superar los 300 euros por MWh, 30 veces superior a los precios de hace dos años.
Se dispara la venta de leña y de pellets
El objetivo marcado por todos los gobiernos para evitar racionamientos es ahorrar gas. Por eso, ciertos sectores están aumentando sus ventas. Nos lo cuenta José María Ruiz, propietario de Leñas Ruiz. “A estas alturas no se vendía tanto, se vende como si fuera invierno”. Calcula que hasta un 40 por ciento más se han incrementado las ventas de leña.
Pero alerta de que con estas ventas, la leña se agotará en poco tiempo. “El problema es que no habrá suficiente leña para aguantar el invierno”, asegura.
Otro problema es el precio. Con la subida de los carburantes, la leña que le llega a él es más cara, entre tres y cuatro céntimos más. Y seguirá subiendo ante la escasez otros dos o tres céntimos el kilo. “La leña que reponga la tendré que subir porque vendrá más cara”. Ahora está vendiendo el kilo a unos 22 céntimos, y se prevé que para finales de año, suba hasta los 26 céntimos.
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También en las tiendas de venta de pellets se ha incrementado las llamadas de clientes buscando precios. Según Ramón Martínez, propietario de Manguenaje, una empresa en Gondomar, nunca antes en un mes de agosto habían recibido tantas llamadas de clientes preguntando precios “por la incertidumbre y por la subida de los precios de la electricidad”, nos cuenta.
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