La presidenta argentina, Cristina Fernández, celebró hoy con un baño de masas el apoyo recibido a la propuesta gubernamental de expropiar YPF al grupo español Repsol y llamó a los jóvenes a involucrarse en el proyecto oficialista y secundar un modelo con mayor protagonismo del Estado.
Más de cien mil personas, según los organizadores, abarrotaron el estadio capitalino de Vélez Sarsfield, en un acto que se convirtió en una demostración de fuerza del oficialismo y que la presidenta definió como una "maravillosa fiesta de alegría, de júbilo y de nacionalidad".
Un mar de banderas argentinas, pancartas y carteles sembraron el estadio en una ceremonia de marcado carácter nacionalista en la que Fernández redobló su apuesta por la participación del Estado en la economía y se refirió a dos de los temas con mayor carga patriótica para los argentinos: la soberanía de Malvinas y la expropiación de YPF a Repsol.
El acto fue organizado, entre otros grupos, por La Cámpora, las poderosas juventudes kirchneristas que han ganado un extraordinario protagonismo bajo la protección de Máximo Kirchner, el hijo mayor de la presidenta y del fallecido Néstor Kirchner.Miembro destacado de La Cámpora, y hombre cercano a Máximo Kirchner, es el viceministro de Economía, Axel Kicillof, a quien se atribuye la autoría del proyecto de ley de expropiación de YPF.
La presidenta desvinculó el acto de hoy de la operación de la petrolera pero aprovechó para agradecer a la oposición y "a todos los que lo hicieron posible" la aprobación del proyecto de ley de expropiación en el Senado. "Reconozco y agradezco el apoyo que han brindado, no al Gobierno sino al país, para acompañarnos en el proyecto de recuperación de YPF", dijo.
El proyecto de ley gubernamental, que establece la expropiación del 51 por ciento de las acciones de Repsol en YPF y de la empresa YPF Gas, fue aprobado esta semana por el Senado y, previsiblemente, superará la próxima semana el trámite en el Parlamento.
La presidenta apostó por "nuevas formas de intervención, de participación del Estado junto al sector privado, organizadamente, pero siempre con la dirección del Estado", y animó a los jóvenes a "idear nuevas formas de participación, de intervención del Estado, modernas, contemporáneas".
"El Estado no puede descuidar las responsabilidades políticas, sociales, económicas ni institucionales en la construcción de un país", insistió la mandataria, quien advirtió a sus detractores de que no entra en sus planes ni "retroceder" ni "cambiar".
"Son ustedes, las nuevas generaciones, los que tienen que seguir escribiendo la historia (...) y deben hacerlo unidos y organizados, para profundizar en la transformación", insistió. "No soy eterna, son ustedes los custodios del legado", afirmó la presidenta.