Miles de autoescuelas esperan ansiosas su reapertura. En principio, el 25 de mayo podrán volver a dar las clases teóricas, pero se quejan de que no saben cuándo será posible empezar con las prácticas. Dicen que están preparados para adaptar sus coches a la pandemia de coronavirus pero que nadie les ha dicho todavía cuál es el protocolo de seguridad.
Por otro lado, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y las organizaciones sindicales UGT, CCOO y USO han creado un protocolo con medidas de apoyo económico para conservar la actividad y hacer frente a la crisis por la COVID-19.
Las autoescuelas, que recuperarían la actividad en la Fase 2 de la desescalada, en la última semana de mayo, solicitan a las administraciones públicas ayudas del fondo de emergencia de la UE, "como sistema para garantizar la capacidad de poder adquisitivo de los trabajadores y la continuidad de las empresas del sector", pide la CNAE en una nota.
El paquete de medidas que solicitan para hacer frente al coronavirus incluye ayudas para el pago de alquileres de locales e instalaciones.
La CNAE ha pedido, además, que se reduzca el IVA en el permiso de conducir clase B, actualmente del 21 %, ya que considera que no se trata de un artículo de lujo sino un bien necesario para el desempeño de muchos trabajos.
La Confederación reclama también, debido al coronavirus, el cobro por prueba de examen en vez del pago único por doble convocatoria y subvenciones para la 'España vaciada'.
Por último, los empresarios de autoescuelas piden además flexibilidad para la incorporación progresiva de la plantilla afectada por ertes y el reinicio de la actividad, a nivel teórico y práctico, acompañado en paralelo por las administraciones que la evalúan, como son la DGT y el Ministerio de Transporte.