Declaración de la Renta
La declaración de la Renta le saldrá a pagar a la mayoría de contribuyentes que se acogieron al ERTE
La declaración de la Renta 2021 estará marcada por los ERTE, al que se han tenido que acoger más de 300.000 personas a lo largo del último año por culpa de la crisis derivada del coronavirus
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La declaración de la Renta 2021, que arranca el miércoles 7 de abril, estará inevitablemente marcada por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), al que a lo largo de este año se han acogido 327.000 españoles. Algo que afectará a la mayoría de ellos a la hora de declarar sus impuestos.
En circunstancias normales, nadie que haya recibido menos de 22.000 euros anuales está obligado a presentar la declaración de la renta, salvo que ese dinero haya sido abonado por parte de dos empresas distintas. Cuando esto ocurre, el límite para declarar los impuestos baja a 14.000 euros anuales.
Pero a lo largo de 2020, y a causa de la crisis desatada por el coronavirus, muchas personas se han acogido al ERTE, bajo el cual han tenido un segundo pagador: el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que, a efectos tributarios, cuenta como una segunda empresa.
A la hora de abonar la prestación, el SEPE no retiene ninguna cantidad de dinero, como sí ocurre con cualquier otra empresa, de ahí que sea obligatorio declarar dicho ingresos. En algunos casos, el montante a pagar de las personas en ERTE podrá ascender hasta los los 1.645 euros.
Pago fraccionado e ingreso mínimo vital
Para la declaración de este año, y teniendo en cuenta la falta de liquidez a la que se enfrentarán muchos ciudadanos, la Agencia Tributaria ha permitido el pago fraccionado en hasta seis meses y sin intereses.
Además, en este atípico ejercicio fiscal también tendrán que presentar la declaración de la Renta las personas que hayan cobrado el Ingreso Mínimo Vital (IMV). "Por primera vez, las personas que cobran el ingreso mínimo vital tendrán que hacer la declaración de la renta y, casi con toda probabilidad, les saldrá 'cero' a pagar", señala Ignacio Ruíz-Jarabo, ex director de la Agencia Tributaria.
La razón es que la Administración quiere "tener un control de todas las rentas que se hayan podido percibir. Por ejemplo, una persona que cobra el IMV ha podido recibir una ayuda de su Ayuntamiento y Hacienda quiere estar al tanto de eso. De ahí que sea obligatorio realizar la declaración", apunta José Pedreira, del Grupo de Expertos en IRPF de AEDAE.
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