El déficit del Estado cayó el 11,8 % en los siete primeros meses del año y sumó 22.764 millones de euros, lo que equivale al 2,09 % del Producto Interior Bruto (PIB), según informó el Ministerio de Economía y Hacienda.
El informe mensual de ejecución presupuestaria destaca que este resultado se debió a unos ingresos de 67.004 millones de euros frente a unos gastos de 89.750 millones.
En términos de caja (que anota los ingresos y pagos realizados en el momento en que se hacen efectivos), el Estado presentó un desequilibrio de 20.610 millones de euros, "sensiblemente inferior" al saldo negativo de 29.681 millones registrado en los siete primeros meses del año pasado.
La nota de prensa de Economía destaca que la cifra de déficit es inferior a la del mes anterior, cuando fue de 24.132 millones, pese a que los ingresos provenientes de impuestos han moderado su ritmo de crecimiento, tal como preveía el Gobierno en este ejercicio.
Así, la recaudación por impuestos directos se elevó hasta julio a 50.760 millones, un 0,2 % menos que en el mismo período del año anterior, mientras que los impuestos indirectos crecieron el 1,9 % y sumó una recaudación de 45.929 millones.
Por IRPF las arcas del Estado acumularon 44.016 millones, el 5,2 % más que hace un año, debido a las menores devoluciones solicitadas del ejercicio 2010, a la eliminación de la devolución anticipada por nacimiento y al incremento de los ingresos correspondientes al primer plazo de la cuota positiva de esa declaración.
El Impuesto de Sociedades ingresó 4.761 millones hasta julio, el 23,8 % menos que en los siete primeros meses de 2010 y el IVA generó 33.101 millones, el 3,8 % más. Los ingresos tributarios se encuentran coyunturalmente afectados por varios motivos, como son el distinto calendario de vencimientos de la deuda pública en los dos últimos años y la mayor agilización en 2011 en las devoluciones. Estos factores explican la ralentización temporal de la tasa de crecimiento de los ingresos.
Corregida las distorsiones, Economía puntualiza que la recaudación tributaria habría crecido el 2,8 % hasta julio. Asimismo, la aplicación plena del nuevo sistema de financiación autonómica dificulta la comparación de cifras de ingresos y gastos de la ejecución presupuestaria respecto a los datos del año pasado, ya que lo pagos por transferencias a las comunidades autónomas experimentan un importante descenso, y también baja la recaudación del IRPF, IVA e impuestos especiales, de los que se cede un mayor porcentaje.
Antes de descontar la participación de las administraciones territoriales, al objeto de realizar un análisis más completo, se contabilizaron hasta julio unos ingresos no financieros totales de 104.443 millones (un 0.3 % más que el año anterior) de los que los impuestos representan 97.377 millones.