Una británica ha interpuesto una denuncia porque hay muchos españoles en Benidorm. Esta demanda se une a otras muchas que son noticia por lo disparatado de sus quejas.
Unos turistas se equivocaron al contratar su viaje a Granada y denunciaron al ver que cuando llegaron al destino no era la ciudad española. Se encontraban en una isla del Caribe pero no consiguieron indemnización.
Muy sonado fue el caso de un padre de familia chino que denunció a su mujer al ver la fealdad de sus hijos. La mujer le enseño su aspecto antes de casarse, sin embargo el hombre sospechaba que le había sido infiel. Finalmente fue compensando con la cantidad de 120.000 dólares.
Alta fue también la cifra a la que fue condenado un fabricante de aros para canchas de baloncesto, más de un millón de dólares porque los materiales no eran de EEUU.
Incluso a la NASA fue demandada por una astróloga rusa por interrumpir con sus experimentos el equilibrio del universo.