Con la pandemia del coronavirus muchas empresas han instaurado el teletrabajo como forma de subsistir y evitar el contagio de sus trabajadores. Sin embargo, se trata de una modalidad laboral que hace más difícil el control de la actividad de los empleados durante su horario laboral.
Con el trabajo en remoto, algunas mercantiles han optado por contratar a detectives privados para comprobar que sus trabajadores en ERTE no estuvieran realizando otras actividades, o que no fingieran falsos positivos para escaquearse y no trabajar.
Por ello, muchas empresas han contratado a empresas de detectives profesionales para que comprueben si sus empleados realmente están trabajando o, si por el contrario, han dejado el ordenador conectado de forma remota y salgan a hacer recados u otras tareas de ocio.
Los límites del oficio de detective
Desde las empresas de detectives aseguran que su oficio dista mucho de lo que se ve en las películas, ya que tienen que proteger los intereses del cliente, pero también respetar los derechos del investigado. No pueden ni pinchar el teléfono móvil ni conectarse a su ordenador de forma remota. Por ello, los detectives acreditan los incumplimientos a través de vídeos y fotografías que realizan desde la vía pública.
La Investigación Privada en España es una actividad reservada a los Detectives Privados legalmente habilitados, reconocida y regularizada en la Ley 5/2014 de Seguridad Privada y en el Real Decreto 2364/1994, como recoge la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE).