Un nuevo obstáculo para el exministro de Economía francés, favorito para las presidenciales de 2012 antes de que en mayo de 2011 la acusación de violación de una empleada de hotel de Nueva York pusiera fin a su carrera política y le obligara a abandonar el FMI. Absuelto de ese caso tras haber llegado a un arreglo económico con la denunciante, Strauss-Kahn se enfrentó en Francia a la acusación de proxenetismo agravado por haber participado en diversas orgías sexuales en las que participaban prostitutas.
Un caso del que también salió indemne tras meses de batalla jurídica que le fueron alejando paulatinamente de la primera línea política. En paralelo, Strauss-Kahn se lanzó al mundo de las finanzas, asociándose a un fondo de inversión luxemburgués, LSK, del que llegó a presidir el Consejo de Administración.
Es en esa sociedad, basada en Luxemburgo, donde presuntamente se produjeron los delitos que investiga la fiscalía. Según 'Le Parisien Magazine', el fondo fue denunciado por varios inversores que se consideraron estafados y, como Strauss-Kahn presidía el Consejo de Administración está siendo investigado, aunque él no estaba en la dirección ejecutiva de la empresa. Según el semanario, LSK dilapidó 100 millones de euros reclamados ahora por 156 acreedores que invirtieron en el fondo, muchos de ellos atraídos por el aura de solvencia que se atribuye a Strauss-Kahn.
El expatrón del FMI había asegurado que, alejado de la política, quería convertir a LSK en un fondo de inversión de 2.000 millones de dólares, pero la mala gestión de la empresa le hizo caer en la quiebra en noviembre pasado, pocas semanas después del suicidio en Tel Aviv de su gerente ejecutivo, Thierry Leyne. Unos días antes, Strauss-Kahn había presentado su dimisión, pero su firma aparece en muchas de las actas del Consejo de Administración que investiga la justicia.
Según "Le Parisien Magazine", LSK invertía los fondos de sus accionistas en sus propias filiales, lo que incrementaba de forma artificial su valor bursátil, algo contrario a la ley. Strauss-Kahn, de 66 años, tiene en la actualidad su residencia fiscal en Marruecos y lleva a cabo misiones de asesoramiento internacional, en particular para el Gobierno de Serbia.