El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió este lunes de que la recuperación de la economía de la zona del euro está "perdiendo impulso", en su comparecencia regular ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PE).
"Por lo que se refiere a la recuperación económica en la zona euro perdemos impulso", indicó Draghi ante los eurodiputados. El presidente del BCE añadió que, "después de cierta expansión en los últimos trimestres, el crecimiento de la zona euro y el PIB real llegaron a un punto muerto en el segundo trimestre del año".
Draghi recordó que la información sobre las condiciones económicas recibidas a lo largo del verano han sido "un poco más débiles de lo esperado". Según dijo, la demanda industrial de producción y fabricación en julio ofrecieron "algún motivo para ser optimistas", aunque los últimos indicadores "señalan que sigue habiendo un fuerte declive que se ha registrado en agosto, aunque después se haya detenido".
También aludió a una "tasa de desempleo demasiado alta" y a un "crecimiento de crédito débil", lo que a su juicio supone un "freno para la recuperación". "Los riesgos en torno a esa expansión esperada son riesgos menores", dijo, al tiempo que señaló que las tensiones geopolíticas podrían "frenar la confianza del consumidor y las actividades empresariales".
Por lo que se refiere a la inflación de la zona euro, señaló que ha estado "a la baja durante un periodo de tiempo considerable". "En el mes de agosto, la inflación había alcanzado un 0,3 % con una revisión ulterior del 0,4 %", recordó, y consideró que la inflación "seguirá siendo baja en los próximos meses antes de aumentar gradualmente durante 2015 y 2016".
Draghi aseguró que, durante ese periodo de inflación baja, el BCE "va a seguir de cerca la evolución de los precios" y se va a centrar en "las posibles repercusiones de una dinámica de crecimiento menor".
El presidente del BCE insistió en que la institución "ha hecho un enorme esfuerzo en los últimos tres años para asegurar la estabilidad de los precios", y que ha luchado "con éxito" contra la crisis de confianza en el euro, ha ofrecido al sistema bancario del euro una "financiación sin precedentes y he seguido bajando los tipos.