La economía española cayó el 0,4 % en el primer trimestre de 2012 respecto a los últimos tres meses de 2011, lo que supone la confirmación de la vuelta a la recesión tras registrarse dos trimestres consecutivos de contracción, de acuerdo con los datos publicados por el Banco de España.
La caída del primer trimestre es una décima superior a la registrada en los últimos tres meses de 2011. En comparación con el primer trimestre de 2011, el PIB retrocedió el 0,5 % tras siete trimestres de subidas interanuales.
El empleo siguió cayendo, aunque de forma "ligeramente menos acusada" que en el cuarto trimestre de 2011, con un descenso interanual cercano al 4%, lo que ha situado la tasa de paro en el entorno del 24 %, según la estimación del Banco de España.
En su último boletín económico, la entidad señala que el consumo de los hogares continuó mostrando entre enero y marzo "una notable debilidad", al caer el 0,4 %, lo que achaca al deterioro del mercado de trabajo, la caída de la riqueza de las familias, la entrada en vigor de la subida del IRPF y el clima de mayor incertidumbre.
El gasto de las administraciones públicas siguió bajando durante los tres primeros meses, tanto en inversión como en consumo, por el efecto del ajuste fiscal para reducir el déficit.
La contribución negativa del consumo y la inversión provocó que la demanda interna disminuyera el 0,9 % en términos trimestrales. Por su parte, el sector exterior mantuvo su contribución positiva al PIB, aunque fue algo menor a la del trimestre precedente, ya que pasó de 0,9 a 0,6 puntos porcentuales, lo que se debió a un "ligero retroceso" de las exportaciones.
Según el Banco de España, las ventas al exterior crecieron a un ritmo del 3 %, la mitad del observado a finales de 2011, lo que se enmarca en un contexto de desaceleración de los mercados mundiales y a pesar de la ganancia de competitividad en precio de los productos españoles.
La exportación de servicios turísticos también se moderó por el deterioro de las expectativas de crecimiento en los principales países emisores de turistas. La debilidad de la demanda interna se ha reflejado asimismo en las importaciones, que descendieron a una tasa cercana al 7,5 % trimestral, con la única excepción de los bienes de consumo duradero, en particular los automóviles.