La economía española registró un crecimiento nulo en el tercer trimestre, pero logró un avance del 0,2% en términos interanuales, lo que no se producía desde hace dos años, según el avance trimestral de la Contabilidad Nacional publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos datos coinciden con los estimados por el Banco de España.
El PIB interanual no crecía desde el tercer trimestre de 2008, cuando subió un 0,3%. No obstante, el organismo estadístico ha señalado que este crecimiento interanual "encierra" una menor aportación de la demanda nacional de la que venía estimándose en trimestres anteriores.
Por su parte, el estancamiento de la economía en tasa intertrimestral pone fin a dos trimestres consecutivos de avances (0,1% en el primer trimestre y 0,2% en el segundo trimestre).
Las cifras del tercer trimestre contrastan con los datos del segundo trimestre de 2010, cuando la economía española creció un 0,2% en tasa intertrimestral, pero registró una caída del 0,1% en tasa interanual.
Sin embargo, el estancamiento de la economía en el tercer trimestre y la previsible mejora del PIB en el cuarto confirman la teoría del Gobierno, que siempre ha mantenido que el PIB no volvería a negativo en 2010.
COINCIDE CON EL BANCO DE ESPAÑA.
Los datos adelantados por el INE, que publicará las cifras definitivas de PIB del tercer trimestre el próximo 17 de noviembre, coinciden plenamente con los que difundió el pasado viernes el Banco de España.
En su boletín de octubre, la autoridad monetaria apuntaba a un "debilitamiento de la actividad", de "carácter transitorio", como consecuencia en gran medida del agotamiento de algunos factores expansivos, especialmente la finalización del Plan 2000E y la reversión de los efectos de anticipación del gasto que se había producido en la primera mitad del año por la subida del IVA.
El banco emisor explicaba que el proceso de recuperación de la actividad se detuvo entre julio y septiembre en un entorno caracterizado por factores de signo opuesto: la progresiva recuperación de la actividad mundial y la reversión de algunos de los efectos en los que se apoyó el crecimiento de la demanda durante la primera mitad del año (IVA, plan 2000E).
Así y al contrario de lo sucedido en el segundo trimestre del año, el Banco de España estima que la demanda nacional habría caído un 1,5% en tasa interanual entre julio y septiembre, mientras que la aportación de la demanda exterior neta al crecimiento habría sido similar y de signo contrario.